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Transformación en Caná. Jesús y el Milagro del Amor Matrimonial

JUAN 2:1-10 Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. 2 Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. 3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. 4 Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha llegado mi hora. 5 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere. 6 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. 7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. 8 Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. 9 Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, 10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora.

Este día vamos a reflexionar sobre el PRIMER MILAGRO que nuestro Señor Jesucristo realizó durante su ministerio terrenal, es interesante reconocer que ese primer milagro lo realizó para ayudar a una pareja en su celebración de matrimonio.

Podemos ver que Jesús fue invitado a la boda y ÉL ASISTIÓ, y no solamente fue un invitado más, sino que HIZO UN MILAGRO EXTRAORDINARIO, él transformó el agua en vino.

Esto nos permite darnos cuenta de LA IMPORTANCIA QUE TIENE PARA JESÚS LOS MATRIMONIOS, sus problemas no pasan inadvertidos para él , nuestro Señor Jesucristo NO ES INDIFERENTE con los problemas de nuestros matrimonios, y así como él transformó el agua en vino en Caná de Galilea, también lo puede hacer HOY en nuestro matrimonio, EL SEÑOR PUEDE HACER UN MILAGRO EN TU HOGAR.

I) MUCHAS VECES EN LOS MATRIMONIOS INESPERADAMENTE OCURREN COSAS QUE AFECTAN LA RELACIÓN
(JUAN 2:1-3) Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. 2 Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. 3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.

Ese vino que se terminó puede representar perfectamente lo que hoy está afectando nuestro matrimonio y las cosas que han ocurrido que ha dañado nuestra relación.

Puede ser una infidelidad, la rutina, la irresponsabilidad financiera, el descuido de la intimidad, maltratos, vicios, etc.

Cuando se acaba el vino del matrimonio, podemos reconocer que NOSOTROS SOMOS LOS RESPONSABLES pero también nos damos cuenta que NO SABEMOS QUÉ HACER para restaurar lo que HEMOS dañado.

II) ES EN ESOS MOMENTOS CUANDO EL VINO SE ACABA QUE VERDADERAMENTE RECONOCEMOS LA IMPORTANCIA DE JESÚS EN NUESTRO HOGAR
(JUAN 2:4-5) Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha llegado mi hora. 5 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.

¿Qué hubiera pasado si Jesús no hubiera estado en esa celebración de Matrimonio? Verdaderamente esa pareja se dio cuenta de la gran bendición que fue haber invitado a Jesús a su matrimonio y que él estuviera ahí para ayudarles en ese momento de dificultad.

Tenemos que reconocer que en nuestro matrimonio Jesús no solamente es un invitado, sino que él SIEMPRE ESTÁ AHÍ PARA NOSOTROS, pero lastimosamente la mayor parte del tiempo LO IGNORAMOS y por esa causa es que ocurren muchos de los problemas de nuestro matrimonio, por no tomar en cuenta al Señor, por NO HACER LO QUE ÉL DICE sino por hacer las cosas a nuestra manera aunque estemos equivocados.

A pesar de las circunstancias que hoy estés enfrentando en tu matrimonio recuerda siempre que JESÚS ESTÁ AHÍ, él está dispuesto para ayudarte, esa es la gran bendición de los matrimonios cristianos, a pesar que siempre podemos cometer errores, que podemos caer en pecado, qué podemos fallar, PERO JESÚS SIEMPRE ESTÁ CON NOSOTROS PARA LEVANTARNOS Y RESTAURARNOS.

(Salmos 37:24) Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano.

Mateo 28:20) enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

III) JESÚS PUEDE HACER UN MILAGRO EN NUESTRO HOGAR, ÉL PUEDE DARLE EL MEJOR VINO A NUESTRO MATRIMONIO
(JUAN 2:6-7) Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. 7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.8 Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. 9 Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, 10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora.

En ese matrimonio NO YA HABÍA VINO, pero nuestro Señor Jesucristo hizo un milagro y les dio, no solamente vino, sino el BUEN VINO, pues lo que nuestro Dios da siempre es lo mejor para nuestra vida.

¿QUÉ NECESITAMOS PARA QUE EL SEÑOR NOS DÉ EL BUEN VINO PARA NUESTRO MATRIMONIO? ese buen vino representa AMOR, RECONCILIACIÓN, FORTALECIMIENTO DEL VÍNCULO MATRIMONIAL, PASIÓN, ETC.

Necesitamos que nuestra vida esté LLENA del Espíritu Santo (Juan 2:6-7) Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. 7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.

El milagro se realizó primeramente llenando de agua las tinajas, y nosotros tenemos que LLENAR PRIMERAMENTE NUESTRO CORAZÓN por medio de la comunión con el Espíritu Santo , es decir, por medio de la oración, de la lectura de su palabra, por medio de congregarnos con constancia para escuchar el mensaje de la palabra de Dios a nuestra vida.

Necesitamos que nuestros corazones sean ODRES NUEVOS para que el Señor pueda derramar su buen vino, en nuestra vida (Marcos 2:22) Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar.

Ser un ODRE NUEVO significa no dejar que nuestro corazón se llene de rencor, de amargura o de resentimiento por medio de LA FALTA DE PERDÓN.

IV) INDEPENDIENTEMENTE DE LO QUE HAYA HECHO QUE EL VINO SE TERMINARÁ EN NUESTRO HOGAR, JESÚS PUEDE DARNOS EL BUEN VINO AHORA

(JUAN 2:9-10) Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, 10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora.

A pesar de lo que pudo haber pasado en nuestro matrimonio, a pesar de las circunstancias, a pesar del tiempo que llevamos casados, a pesar de las dificultades que hemos enfrentado, y de las cosas que hayan dañado nuestro hogar, EL SEÑOR PUEDE DARNOS EL BUEN VINO AHORA.

Si permitimos que Dios obre maravillas en nuestro matrimonio, si permitimos que Dios se manifieste en nuestro hogar, él puede hacer que los mejores tiempos, que los mejores años, que la mejor época de nuestro matrimonio COMIENCE AHORA.

ÉL PUEDE DARLE VINO NUEVO A TU MATRIMONIO, ÉL PUEDE OBRAR UN MILAGRO HOY EN TU HOGAR, SOLAMENTE NO DEJES DE CREER Y HAZ TODO LO QUE ÉL TE DIGA.

Fuente:
PASTOR OSCAR FLORES | EL SALVADOR

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