De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí. Romanos 14:12
Siempre estamos sumergidos en vivir y señalar las caídas del prójimo, sobre que hace, como viste, y la baja moral que avergüenza su familia o ministerio. Es más cómodo poner en frente un dedo indicando que tan mal anda, no obstante, antes debo sacar la viga de mi ojo para poder ver y ayudar como hermanos a orar para levantar la fe del que anda débil.
Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. Rom. 14:13 Al juzgar sobre los prejuicios y el menosprecio en los hermanos, en aquel día en que todos comparezcamos ante Dios nuestro juicio debe ser contundente y justo a la verdad de nuestro proceder. La iglesia se desgasta y se entretiene en conflictos que pueden ser fácilmente sobrepasados si tuviésemos en cuenta esta verdad.
Comportémonos como hombres y mujeres sujetos a juicio, que en ese día daremos cuenta y razón de cada acción, palabra y pensamiento por más simple que sean ante el tribunal de Jehová… Dios te bendiga en este día con amor y gracia sobre la paz de Cristo, Amén.