A pesar de que estamos viviendo una época muy difícil en todo el mundo, por la pandemia, por los contagios y las muertes, cada uno de nosotros debemos de tener una actitud positiva en nuestra mente y en nuestro corazón, creyendo en Dios y confiando que esto tarde o temprano terminará. ISAIAS 43-18-19
Y esa actitud positiva y de fe nos debe hacer reflexionar y reconocer que este también puede ser de parte de Dios para nuestra vida un tiempo de nuevos comienzos, de corregir lo que veníamos haciendo mal, y de corregir el rumbo que lleva nuestra vida.
Recordemos que nuestra actitud ante la dificultad es lo que hace la diferencia para transformar la adversidad en una oportunidad.
Por ejemplo ¿Qué pasa si ponemos a hervir en tres ollas con agua una papa, un huevo y granos de café?
La papa, el huevo y los granos de café se enfrentaron a la misma adversidad, es decir él agua hirviendo, pero cada uno reaccionó de manera diferente.
La papa es dura y firme, pero en el agua hirviendo, se volvió suave y débil. Así está pasando con muchas personas que en el tiempo de dificultad su corazón se ha vuelto frágil se ha llenado de temor y de angustia,
El huevo era frágil por dentro hasta que se puso en el agua hirviendo. Entonces el interior del huevo se enduro, así también muchos cristianos en este tiempo de aflicción su corazón se ha endurecido, se ha llenado de amargura y su boca se ha llenado de queja, de murmuración contra Dios.
Pero los granos de café fueron completamente diferentes, después de que fueron expuestos al agua hirviendo, transformaron el agua y crearon algo nuevo, así Dios usa la adversidad en nuestra vida para poder producir algo nuevo en nosotros, si nosotros lo permitimos.
¿Con cual nos identificamos hoy nosotros? Con la papa, con el huevo o con los granos de cafe? Si queremos ser cristianos como los granos de cafe, entonces:
¿QUE DEBEMOS HACER PARA TRANSFORMAR ESTOS TIEMPOS DE ADVERSIDAD EN TIEMPOS DE NUEVOS COMIENZOS?
DEBEMOS CREER QUE DIOS ES UN DIOS DE NUEVAS OPORTUNIDADES
La Biblia nos muestra que nuestro Dios es un Dios que está dispuesto a darnos nuevas oportunidades a pesar de nuestros errores y pecados.
Podemos verlo en la historia de la mujer que fue encontrada en adulterio (Juan 8:10-11) Él siendo justo y libre de pecado podría haberla acusado y condenado, y podía haber lanzado la piedra, pero en lugar de eso le dio una nueva oportunidad para corregir su vida.
Podemos verlo cuando nuestro Señor Jesús después de haber resucitado buscó a Pedro a pesar de que él lo había negado tres veces (Juan 21:15-19) Nuestro Señor Jesús llegó donde estaba Pedro, él le dio la oportunidad que así como lo había negado tres veces pudiera decirle tres veces que lo amaba, y después le dijo: Sígueme!
Nunca debemos olvidar que nuestro Dios nos ofrece siempre su misericordia y su gracia y su misericordia para nuestra vida.
DEBEMOS DEJAR DE SER ESCLAVOS DE NUESTRO PASADO (ISAIAS 43:18-19)
Este versículo que hemos leído es precioso, lo que dice nos da esperanza, pero para que se haga realidad en nuestra vida debemos creerlo.
Tenemos que creer y confiar que por medio de su perdón nuestro Señor Jesucristo nos ha libertado de nuestro pasado (Juan 8:36)
Nuestro Dios no mira nuestro pasado para determinar nuestro futuro, él mira a Cristo en nosotros y eso determina nuestro futuro en las manos de Dios.
TENEMOS QUE DEJAR DE PONER EXCUSAS (PROVERBIOS 26:13)
Que posibilidad habría que al salir a la calle nos encontremos un león? Seguramente muy pocas, pero para alguien que no quiere hacer nada, que no quiere salir de su zona de comodidad, que no quiere atreverse a hacer algo nuevo cualquier excusa es buena.
¿Cual ha sido nuestra excusa para no hacer aquellas cosas que sabemos que son importantes en nuestra vida? No me queda tiempo, no me alcanza el dinero, no se si podre hacerlo, etc, y aun otras excusas disfrazadas de espiritualidad para ocultar nuestro temor, nuestra comodidad y nuestra pereza: Voy a pedir la dirección de Dios, quizás no es el tiempo de Dios, no era la voluntad de Dios, etc.
TENEMOS QUE PASAR DE LOS BUENOS PROPÓSITOS A LAS ACCIONES (JUECES 5:16)
Muchos de nosotros hasta hoy hemos sido personas de grandes propósitos de corazón, pero él problema es que los buenos propósitos sin llevarlos a la acción NO SIRVEN DE NADA.
Que bueno que tengamos el buen propósito de congregarnos más en la iglesia, de ser ofrendantes y diezmadores fieles, de ser mejores padres, de ser mejores esposos o esposas, etc.
Son propósitos excelentes, pero lastimosamente pasamos años teniendo propósitos pero no los hacemos realidad.
Hoy es tiempo de nuevos comienzos y para hacerlos realidad necesitamos ya pasar de los buenos propósitos a las acciones, pues el reino de los cielos no consiste en palabras sino en poder (1 Corintios 4:20)