
La recompensa de la humildad y del temor del Señor son las riquezas, la honra y la vida. Proverbios 22:4
Este es un tiempo de recompensas que vienen del cielo, dice el Señor. He visto tu esfuerzo, tu trabajo arduo, tu constancia y tu fidelidad. Nada de lo que has hecho ha sido en vano. Cada oración, cada siembra, cada lágrima y cada servicio entregado con amor han sido registrados en mi presencia. Ahora llega el momento de la honra pública. Como está escrito: “Tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mateo 6:4). Este es el tiempo en que lo invisible se hará visible, y lo que parecía ignorado será reconocido delante de muchos.
Yo soy el Dios que honra a los fieles, dice el Señor. A los que caminan con integridad y no retroceden, siempre los levanto. Así como honré a Abraham con promesas cumplidas, a Isaac con abundancia, a Jacob con un nuevo nombre, y a José con una posición de gobierno, también te honraré a ti. He preparado recompensas que no dependen de hombres, sino de mi soberana voluntad. Aun tus enemigos verán que mi mano está contigo y que he decidido bendecirte delante de ellos.
Recuerda, dice el Señor, que también honré a Daniel y a sus amigos en medio del exilio, y a Ester y Mardoqueo cuando el decreto de muerte se volvió en victoria. Yo soy el mismo Dios que convierte la humillación en exaltación y la prueba en testimonio. Las recompensas que estoy soltando en este tiempo no son pasajeras; son coronas de favor, puertas que se abren, relaciones restauradas y oportunidades que solo el cielo puede producir.
Prepárate, porque te voy a coronar de favores y misericordia. Voy a renovar tus fuerzas, a darte alegría donde hubo cansancio y esperanza donde hubo desánimo. Te saciaré de bien, y lo que antes te agotaba ahora será motivo de gozo. Rejuvenecerás como el águila, porque mi recompensa no solo toca lo que haces, sino también lo que eres. Este es tu tiempo de recompensas celestiales, declara el Señor. (Una palabra de Luis y Mercedes Aquino -Ministerios Elías)
Isaías 40:10 NTV Sí, el Señor Soberano viene con poder y reinará con brazo poderoso. Miren, él trae consigo su recompensa.
Rut 2:12 Que el Señor recompense tu obra y que tu remuneración sea completa de parte del Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte.
Con amor y oraciones,



