Si el Señor no edifica la casa, En vano trabajan los que la edifican Salmo 127:1
La familia es la fortaleza de la sociedad, una familia bien constituida tendrá hijos que se convertirán en garantes de sus propias familias y de una mejor sociedad. Los círculos familiares juegan un papel fundamental en los planes de Dios, de ahí el celo de Jehová por protegerla, pues es objeto de muchos ataques.
Muchas familias en el mundo están en crisis, y la única causa es que no tienen a Dios en el hogar. ¿A raíz de este desequilibrio en casa qué nos toca hacer? Pues contrarrestemos este flagelo, orando y leyendo la Palabra en el seno de cada hogar como una estrategia para la integración, la unidad, el diálogo, la oración y el compartimiento. Basados en la reunión de familias donde el centro es Dios, se construirán los cimientos que dan la fortaleza, sabiduría y discernimiento de sus integrantes.
El altar de oración en el hogar debe ser una actividad importante en la familia, si su hogar está fundamentado en la comunión familiar con el Señor, la bendición nunca faltará y los hijos crecerán viendo la gloria de Dios…, En el amor de Dios que llena el corazón te colme de bendiciones en este día, Amén.