«Y no oyeron ni inclinaron su oído; antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado, y fueron hacia atrás y no hacia delante». Jeremías 7:24
Parte de la culpa y extensión de la maldad actual que vivimos a diario se debe al silencio de muchos creyentes. Teniendo tantas bendiciones y recursos espirituales dados por Dios pero todo lo escondemos, así como ocurre en la parábola de los talentos. Cuando colocamos en acción el don que Dios nos ha dado, detenemos el actuar de la maldad en las personas, en nuestra familia, en nuestro hogar.
Anunciar el evangelio contrarresta las malas obras que se extienden por el mundo, y con la Palabra de Dios debemos ser diligentes en dar testimonio con nuestra vida, del amor de Cristo que restaura, que deja sin efecto y quiebra el desorden que actualmente vemos a diario. Aprovechemos el tiempo, no seamos necios sino entendidos de cual es la voluntad de Dios.
Anunciemos el mensaje de Cristo para que muchos salgan de su mal camino, para que caminen como nosotros hacia delante, para alcanzar la corona… Dios te bendiga y guie tus pasos en el amor y gracia de Cristo, Amén.