Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo», Filipenses 3:8
Pablo era un hombre muy culto, hablaba varios idiomas, conocía de cultura hebrea y griega. En su vida podía demostrar que superaba a muchos sobre sus conocimientos humanos, y que habían tantas cosas en las que él podía confiar y en las cuales él se apoyaba, es porque tenía puesta su confianza en sus propios esfuerzos, sin embargo, sobre estas cosas admitío que estaba equivocado al desecharlas considerandolas como basura.
Miremos dentro de nosotros, el Apóstol nos dice que tengamos cuidado en considerar los logros del mundo como algo importante, los mismos nos apartan de Cristo. Todo lo que se pueda lograr en la vida, nada de eso tiene valor cuando se compara con la excelencia del conocimiento y de ganar a Cristo. La relación de un siervo con el Maestro es más importante que las otras cosas.
El encuentro con Cristo es un desafío, porque las metas humanas que antes se consideraban importantes, ahora se convierten en una pérdida. Esta transformación nos coloca en una posición totalmente diferente. Es un andar, un caminar diario y consistente dependiendo de Dios… Dios te bendiga, te guarde y guie tu día en amor y gracia siempre, Amén.