Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. Lucas 24:46
Luego de la resurrección, Cristo permaneció junto sus discípulos cuarenta días dándoles instrucciones importantes, entre ellas los instruyó para ser testigos. Esta estrategia sirvió para ganar el mundo a través de la fe por medio del testimonio de sus discípulos. La Biblia cuenta de estas actividades de los apóstoles como testimonios personales: Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús y abundante gracia era sobre todos ellos. Hechos 4:33.
Muchos han confundido lo que es ser testigos de Cristo, pues realmente el Señor nunca quiso decir: serán mis discutidores o serán mis críticos, o el más común, serán mis condenadores. Y es que erroneamente y hasta normal lo hacemos de que se ha tomado una de estas posiciones con la Palabra de Dios. Si Dios se ha manifestado a nuestra vida, es porque nos ha escogido como testigos de sus maravillas y nos ha dotado de su Espíritu para hacerlo.
Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que Él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos. De este dan testimonio todos los profetas, que todos los que en Él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre. Hechos 10:42 Amados, ¿eres testigo de Cristo y testificas que solo en Él está la salvación? Pues los malos tiempos que vivimos dan muestra de que Cristo está a la puerta tocando, es necesario dar a conocer como sus testigos que los hombres necesitan de Cristo para ser salvos. Dios te bendiga en este día, Amén.