Más cerca del Platero pequeño, peludo, suave y blando de Juan Ramón Jiménez, en el imaginario lingüístico de muchas gentes, la palabra ternura, genera crispamiento de piel y todavía mueve unos que otros toques de piernas por debajo de la mesa, y hasta levantamientos de cejas sobre ojos que entrecruzan miradas en medio del morbo, la sospecha y el asombro.
La sola palabra resulta arisca y hasta incómoda para algunos, por lo que no sería el epígrafe más aconsejable para colocarla como consigna de una revolución que pretende cambiar unas relaciones duras y tirantes que por siglos han causado violencia y malestar entre personas de todo tipo. Muy especialmente cuando el término revolución también lo asociamos a luchas, golpes, tumultos, connatos violentos y soluciones sangrientas.
Y precisamente “ternura” es el término que se la ha ocurrido a un grupo de hombres y mujeres latinoamericanos que asumen su contenido y significado conforme al modelo de Jesús como una fuerza poderosa para cambiar el mundo. Ellos han encabezado su propuesta con el nombre: “Ternura: la revolución pendiente” y ahí están con una interesante publicación plantándole su cara blanda y tierna a un estado de violencia generalizada que en sus más diversas expresiones ha sido cruel y duro con todos.
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“Afortunadamente, Jesús no nos dejó un diccionario teológico, nos dejó una vida, por eso a nosotros se nos hace tan fácil definir ternura. Por eso un concepto tan difícil y abstracto, no nos toca definirlo, sino mostrar un modelo, Jesús es el modelo de ternura”. Ternura es respeto, es abrazo, es inclusión, es cariño, ternura es el Jesús que abraza a los niños”, apuntó Harold Segura, quien aprovechó su estada en Santo Domingo para presentar el libro el 28 de abril en la Universidad Nacional Evangelica, UNEV.
Harold inició su presentación con palabras de reconocimiento al trabajo que está desarrollando la Universidad Nacional Evangélica en diversos procesos sociales y de organización de redes en los que se destaca el liderazgo de esta academia entre sus homologas confesionales de América Latina y el Caribe.
“Sabemos de la red de universidades, y quienes hemos estado involucrado en la educación teológica eran sueños que veíamos muy lejanos y que ustedes están concretando junto con otras organizaciones del continente. De parte de World Visión reciban nuestra gratitud y nuestra celebración”, dijo Segura en sus primeras palabras.
De inmediato se adentró en los detalles del libro capitulo por capitulo, comenzado por los esbozos pastorales para una teología bíblica de la ternura. Ofreció una breve explicación de cada uno de los diez capítulos con una semblanza sobre sus autores.
Explicó que en el caso de World Visión no comenzaron a hablar de la ternura a partir de libro publicado, sino que llevan mucho tiempo hablando de crianza con ternura, escuela con ternura, la fuerza insurgente de la ternura. “Tenemos procesos en las comunidades, tenemos pedagogías, metodologías para trabajar esto en la base de las comunidades en las cuales estamos.
Promovemos la ternura como modelo de vida y como patrón de transformación social”, señaló.
Aseguró que los niveles de violencia infantil, si son altos en Asia y África, en América Latina lo son más, y señaló que Latinoamérica siendo apenas el 9% de la población mundial produce el 33% de la violencia global. “Nuestra propuesta es que a la violencia se le ataque con formas de relación distinta, con formas de educación, y entonces la ternura es una alternativa a la violencia que se presenta en la crianza”, puntualizó.
En el libro, aparecen junto a Segura, Clara Martínez, Boris Tobar y Mónica Ramírez; les siguen Viviana Machuca, Ofelia Ortega, Francisco Mena, Dan González, Manfred Grellert y Anna Grellert y cierra con el capítulo 10, sacerdote y conocido como padre de la pedagogía de la ternura Alejandro Cussiánovich.
En la actividad realizada en el aula 223 del recinto Santo Domingo, habló la doctora Susana Sánchez, directora de Escuela de Teología de Unev, la cual dijo que la realidad del contexto de la niñez dominicana es amplio, desigual y por lo que los cristianos tienen la responsabilidad dada por Jesucristo de cuidar y guiar a los niños y niñas hacia la vida abundante en Dios.
En el encuentro estuvo presente el rector Epifanio Gonzales, Santa Guzmán, Vicerrectora Académica, Juan Guerrero Ávila, Vicerrector de Asuntos Internacionales; Susana Sánchez, directora de la Escuela de Teología; y Tomás Gómez Bueno, encargado de relaciones con las iglesias en calidad coordinador del evento.
Además, Juan Carlos Ramírez, director de World Visión República Dominicana, Joselin Rivera y Claudia Martínez; y el obispo de la Iglesia de Dios, Mauro Vargas, entre otros.
