Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos. (2 COR 4:13)
Tener fe es creer que todo lo que Dios dice en Su Palabra es real.
Tener fe es atravesar todas las dificultades, mirando al Señor y no a las circunstancias.
Tener fe es soportar la tentación y no caer en ella, porque hemos hecho nuestra la promesa de resistir al Diablo, sabiendo que va a huir.
Tener fe es soportar con gozo la escasez, creyendo que Nuestro Dios nos ha prometido provisión.
Tener fe es declarar y establecer con nuestras palabras que lo que será realidad en nuestras vidas es lo dicho por el Señor y no las circunstancias engañosas, breves y perecederas.
Tener fe es no vivir en amargura, quejas y sin fuerzas, porque hallamos dejado escapar el gozo de la salvación.
Tener fe es buscar el rostro de Dios, sumergirnos en Su presencia y allí adueñarnos de la paz que sobrepasa todo entendimiento humano.
Tener fe es agradar a Dios en todos nuestros caminos.
Tener fe es estar convencidos de que todo lo que esté muerto en nuestras vidas resucitará, por la Palabra.
Tener fe es esperar esta resurrección llenos de esperanza y sin titubear con incredulidad.
Aprovecha este día y analiza tus acciones.
¿Eres realmente un hombre o una mujer de fe?
Nunca olvides: solo la fe de la Biblia puede hacerte un Conquistador.
