La posibilidad de dones del Espíritu Santo es infinita, en un sentido, porque el Espíritu de Dios no es limitado. Se puede manifestar a través de un don artístico, a través de un don de consejería, a través de un don de composición de música o un don musical; hay muchas maneras en que el Espíritu Santo único se manifiesta en una diversidad de expresiones, todas ellas para provecho de la Iglesia de Jesucristo y el pueblo de Dios, los propósitos de Dios en la Tierra y la vida propia del creyente a través del cual estos dones se manifiestan.
A Pablo le interesaba no solamente esa enseñanza doctrinal sino que también le interesaban los aspectos pastorales del Espíritu Santo. Y por eso en ese mismo capítulo 12 de Primera de Corintios, él entra en otro tema, hablando precisamente de la unicidad del Espíritu y Su diversidad de manifestaciones, y cuáles son las consecuencias prácticas de ese hecho.
Y entonces vemos aquí que Pablo dice en el versículo 13, Primera de Corintios 12: «Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo; sean judíos o griegos, sean esclavos o libres, y a todos se nos dió a beber de un mismo Espíritu.» De nuevo, esa universalidad de la Presencia del Espíritu Santo en la vida de cada creyente. Todos tenemos el Espíritu Santo si hemos creído en Cristo pero no todos, como decía, tienen el bautismo del Espíritu Santo.
Pero lo que Pablo está diciendo aquí es que, mire: todos tenemos esta dimensión del Espíritu Santo en nuestras vidas. El Espíritu se manifiesta en diferentes maneras y tenemos que aprender a respetarnos y valorizarnos unos a otros. El que tiene un don en particular no debe menospreciar el don del otro. El que tiene un don más humilde no debe estar como anhelando y deseando, y envidiando el otro que tiene un don quizá más público o más espectacular. Cada uno tiene que apreciar al otro y cada uno tiene que apreciarse a sí mismo en lo que ha recibido.
Por eso en Primera de Corintios 12:14 Pablo dice: «Además, el cuerpo no es un solo miembro sino muchos; si dijere el pie: porque no soy mano no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo?» versículo 18: «Mas ahora Dios ha colocado los miembros, cada uno de ellos en el cuerpo como Él quiso.» Versículo 26: «De manera que si un miembro padece todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra todos los miembros con él se gozan.»
Lo que Pablo está diciendo es que los cristianos tenemos que aprender a apreciar la diversidad que hay en el pueblo de Dios y que tenemos que valorarnos unos a otros. Nadie debe sentirse como superior e inferior a los demás, Dios va a manifestar Sus dones en diferentes maneras. Algunos van a tener don de lenguas, otros van a tener el don de la música, otros van a tener el don de la predicación, o evangelismo, o servicio, o presidir, liderazgo en este caso, muchas diferentes expresiones. Y los hijos de Dios tenemos que aprender a movernos como un solo cuerpo, en armonía unos con los otros.
En una Iglesia donde están en manifestación los dones va a haber una diversidad de expresiones, pero siempre debe haber armonía, siempre debe haber el preferirnos unos a otros, el amarnos unos a otros, el valorarnos unos a otros.
Pablo desarrolla esa enseñanza muy poderosamente en Romanos capítulo 12, donde él habla de que: «Nadie tenga concepto más alto de sí de lo que debe tener, sino que piense de sí con cordura conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno» y él entra ahí también en esta idea de los miembros del cuerpo, cada uno diferente pero todos complementarios.
Y por eso es que él dice aquí que: el que exhorta, el que tiene el don de exhortación, se mueva en exhortación con confianza, el que reparte, con liberalidad, el que preside con solicitud, y el que hace misericordia lo haga pues con alegría. Y entonces habla de que: «Seamos unánimes entre nosotros» versículo 16 «no altivos, sino asociándoos con los humildes.» Dice que: «Nos prefiramos unos a otros, que nos soportemos unos a otros, que compartamos para las necesidades de los santos practicando la hospitalidad.»
Pablo está hablando de que la vida cristiana al final de cuentas debe ser una vida de armonía, de mutuo aprecio, de mutuo apoyo, de apreciar los dones que están en las diferentes personas. Eso es muy importante porque muchas veces en las iglesias donde se manifiestan los dones hay desgraciadamente discordia, hay divisiones, hay competencia por las posiciones de liderazgo como había en la Iglesia de Corinto; rivalidades y conflictos. Y Pablo dice: no, es importante que donde está el poder y la manifestación de Dios también haya armonía, haya respeto mutuo, haya apoyo unos de los otros, haya el preferirnos unos a otros, valorizarnos unos a otros, animarnos y estimularnos unos a otros, y apreciar el don de cada uno, y que todos nos movamos como un solo cuerpo en perfecta armonía, porque Dios ha puesto los dones donde a Él le da la gana, y Él todo lo hace con el propósito de avanzar Su Reino.
Entonces, es importante que esta enseñanza pastoral que Pablo desarrolla en medio también de la enseñanza pentecostal, y tiene que haber ese balance del don del Espíritu Santo junto con el fruto del Espíritu Santo, y eso es lo que existe muchas veces en las iglesias, que no hay un balance adecuado del desarrollo del poder y la manifestación del don de Dios junto con el carácter cristiano que conduce a los creyentes a una actitud de benevolencia, de bondad, de paciencia, de tolerancia mutua y de aprecio unos de los otros.
No podemos enamorarnos tanto de la visión pentecostal que nos olvidemos de la visión de armonía y de carácter cristiano que debe existir en el pueblo de Dios, estas dos cosas están perfectamente balanceadas. Y ese capítulo, Primera de Corintios capítulo 12 es una excelente manera de ver cómo en la mentalidad del apóstol Pablo y por lo tanto, del Espíritu Santo, hay ese llamado a una vida balanceada, la vida de gran dinámica y poder, y gran energía del Espíritu Santo pero también de fruto y de carácter de Cristo, que es lo que permite que esa diversidad de dones no se permita en un obstáculo y en una oportunidad, y una plataforma para que hayan rivalidades y divisiones, y competencias, y envidias unos de los otros como puede pasar muchas veces en el contexto pentecostal.
Espero que esto sea de bendición para sus vidas y continuaremos más adelante meditando en estas verdades fundamentales de la vida cristiana. Que el Señor les bendiga y hasta nuestra próxima meditación.