Y así, después de esperar con paciencia, Abraham recibió lo que se le había prometido. Hebreos 6:15
Perseguir la voluntad de Dios puede significar muchas esperas, a veces lo que parece una espera interminable. Sé que te sientes identificado. Todos hemos estado en experiencias desagradables de sala de espera en lo natural y a veces no es diferente esperar en las promesas de Dios. A veces, nos sentimos cansados y no sentimos que podemos esperar un día más para el avance. Incluso al leer esto puedes sentir que no puedes soportar otra angustia, otra decepción, otro día de espera en las promesas de Dios. Pero Dios me envió a decirte esto: “Vas a avanzar. Ya sea que lo sientas o no, mientras esperas en Dios te estás moviendo hacia el futuro y la esperanza que Él tiene reservada para ti”. Entendiendo esta verdad, este es el tiempo de salir del lugar donde te escondes y te duele incluso mientras esperas. Dios ve el final desde el principio y ve tu cansancio y tus dudas incluso ahora. Dios está usando tu incomodidad para cambiarte a la imagen de Cristo.
Escuché al Señor decir:
«No te rindas ahora. Sigue esperándome porque Yo valgo la pena. Porque Yo estoy contigo en la sala de espera y te he tomado de la mano, aunque no me sientas. He preparado para ti algo que el ojo no ha visto y oído no ha escuchado. (1 Corintios 2:9) ¿Esperarás en Mí? ¿Confiarás en Mí durante la espera, en el devenir y en la transformación? ¿Confiarás en Mí cuando no puedas oírme? ¿Confiarás en lo que oíste de Mi boca en las temporadas pasadas para dirigirte hacia tu futuro? Incluso cuando el pasado parece perseguirte y tu presente es despreciable, ¿me esperarás? Como Yo te esperé a ti.
«Yo envié a Mi Hijo a morir por ti porque tú lo vales. ¿No esperé pacientemente a que vinieras a Mí? Entonces, ¿esperarás a que Yo venga a ti? Aunque Yo estoy contigo todo el tiempo, todos los días, ¿esperarás a que Yo venga a ti de una manera nueva? ¿Esperarás a que Yo venga y te saque de esa cueva y te lleve a tu próxima gloria? ¿Confiarás en Mí? Te estoy obligando a algo más grande de lo que puedes ver. Algo que ni siquiera puedes imaginar. Pero tienes que aprender a confiar en Mí durante la espera». (Jennifer LeClaire)
Hebreos 10:35-39 Por tanto, no desechéis vuestra confianza, la cual tiene gran recompensa. Porque tenéis necesidad de paciencia[m], para que cuando hayáis hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque dentro de muy poco tiempo, el que ha de venir vendrá y no tardará. Mas mi justo vivirá por la fe; y si retrocede, mi alma no se complacerá en Él. Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la preservación[n] del alma.
Con amor y oraciones,