Todos queremos ser libres financieramente, pero ¿qué es ser libre financieramente? Lo que es libertad económica para una persona en un país, no necesariamente lo es para otra en otro país; lo que es libertad económica para un joven, no necesariamente lo es para un matrimonio. Esta definición es circunstancial; las circunstancias nos ayudan a definir lo que es la libertad económica. Para algunos, libertad económica es la cancelación de sus deudas; pero hay también quien no tiene deudas, pero no son libres financieramente, porque pasan por situaciones por no saber manejar esa libertad de deudas.
“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.” 2 Corintios 9:7-11
Este verso nos ayuda a definir lo que es ser libre económicamente. Hay 3 palabras que el apóstol utiliza en estos versos que muestran una transición muy interesante: Suficiente, abundéis, enriquecidos. El dice que teniendo lo suficiente para que abundes y que esa abundancia te enriquezca. Este es el proceso de la libertad económica: Aprendes a tener, Dios comienza a darte lo suficiente, comienzas a abundar, y te enriqueces. La riqueza que habla es la de la liberalidad. Esto no quiere decir que eres libre de hacer lo que mejor te parezca, sino que nos habla de la liberalidad de poder abundar en buenas obras y ser verdaderamente generosos; poder hacer más por otros, por el reino de Dios. El que es verdaderamente rico, es aquel que tiene lo suficiente, abunda, y ahora es rico en liberalidad, en generosidad.
El problema es que, muchas veces, tenemos gente que son generosas de corazón, pero su circunstancia natural financiera no les permite actuar en esa generosidad. Estos son los que dicen: Si yo tuviera más, daría más. La libertad económica se vive en 2 niveles: En tus circunstancias, y en tu mente. Hay quienes son generosos mentalmente, de corazón; les gusta ayudar. Hay gente que, en su circunstancia de pobreza, de dificultad, se convierte en generosa; y ese es el principio. Y ¿qué Dios quiere hacer? Dios quiere darte lo suficiente, para que entonces tú abundes y puedas ser rico y eventualmente llegues a este proceso. De eso nos habla 2 Corintio 9; Dios le da al pobre, al necesitado; le da lo que necesita, el pan, pero le da también semilla. Dios quiere que tú tengas lo suficiente para pagar tu casa, para comer, para darles una buena educación a tus hijos, para darles las mejores cosas que tu familia necesita. Lo que es suficiente para ti, no necesariamente es suficiente para otro. Todo esto es subjetivo, pero el principio es el mismo. Dios quiere darte lo suficiente para que tú puedas comer, tener, y abundar en toda gracia; para que puedas dar, volverte generoso. Y este ciclo eventualmente te enriquece.
La persona que es libre financieramente, es aquella que ha llegado al punto en su vida donde puede, con liberalidad, dar a Dios y a otros en el momento que Dios lo pide, en el momento que hay una necesidad. No se trata de que contribuya millones de dólares; sino que la persona tiene lo suficiente y llega a un punto en su vida que, cuando hay una necesidad en el reino de Dios, la persona puede, con liberalidad de corazón y de circunstancias, dar con generosidad.
Si tú eres generoso en tu corazón, pero tus circunstancias no te permiten actuar en esa generosidad, Dios quiere cambiar eso. Dios quiere transformar tu vida para que la generosidad del corazón se transforme en generosidad también de acción; que puedas abundar lo suficiente para entrar en esa dimensión sobrenatural en tu vida, donde puedas vivir con liberalidad y abundar en generosidad para todo aquello que Dios te pida o la necesidad que tengas que suplir.
Uno de los mejores y mayores momentos en la vida de una persona, es cuando puede bendecir a otra persona, cuando puede dar al reino de Dios. Una persona es libre financieramente cuando puede cumplir con sus responsabilidades económicas y aparte de eso es capaz de dar, de sembrar, de ayudar al necesitado. Pero hay gente atada en su vida por las definiciones que el mundo ha dicho de lo que es ser libre financieramente. Para algunos, es tener un auto, o tener tal casa, o el saldo de todas las deudas; y estas pueden ser parte de la libertad financiera, pero no es el todo y no lo es para Dios, si no eres capad de ser rico con tu generosidad; si no eres capaz con tu generosidad de abundar en toda buena obra. Y tú vas a llegar a ese punto. Dios te va a llevar al nivel donde no tan solo serás generoso de corazón, sino que circunstancialmente podrás alcanzar esa libertad de tener lo suficiente para abundar en buenas obras, y Dios te va dar pan para comer, semilla para sembrar, hasta que llegará un punto en tu vida donde estarás enriquecido en toda liberalidad, en toda acción de gracias; podrás no tan solo pagar para cubrir responsabilidades, sino que aumentarás y podrás ser rico generosamente. Ordena tu vida; comienza a pensar como Dios piensa.