JUAN 4.5-10-En esta maravillosa historia que nos narra el texto vemos como nuestro Jesús va mas allá de la cultura, de la religiosidad, de los estereotipos (patrones de conducta aceptados por la mayoría) y mas allá aun de nuestras propias debilidades para hacer en nuestra vida cosas maravillosas que solamente el puede hacer.
Este texto nos muestra que nuestro Señor Jesucristo hizo cosas que ningún judío de aquella época haría, pues el no era un judío cualquiera, EL ES DIOS, un Dios de amor y de misericordia.
- Jesús paso por Samaria, algo que los judíos no hacían.
- Jesús hablo o le dirigió la palabra a una mujer, algo que era considerado incorrecto para un judío y mas para alguien considerado Rabí, pero no era solo una mujer, era una mujer samaritana.
- Jesús le pidió un favor a una samaritana, le pidió agua para beber.
- Vemos al final de la historia que Jesús no solo paso por Samaria, sino que se quedó dos días allí con ellos (vs 40-41)
Estas actitudes tan llenas de amor y de misericordia de nuestro Señor Jesús nos demuestran y nos recuerdan algunas cosas muy importantes a cada uno de nosotros:
- SOLO JESÚS PUEDE VERNOS CON AMOR CUANDO OTROS NOS MENOSPRECIAN (VS 5-9)
- Los judíos menospreciaban a los samaritanos, no tenían contacto con ellos por motivos religiosos, ya que ellos adoraban en el monte Gerizin y los judíos en Jerusalén (1 Reyes 12:25-29) y por motivos raciales ya que para los judíos los samaritanos eran una raza impura, mezclada con otras naciones que fueron traídas por los Asirios cuando el reino del norte fue conquistado y deportado a Asiria. (2 Reyes 17:22-24)
- Pero que maravilloso es que nuestro Señor Jesucristo no vio a la mujer samaritana ni a los samaritanos con desprecio, ni con odio, ni con indiferencia, sino con amor, pues le “era necesario pasar por samaria” para cumplir su propósito de buscar y salvar lo que se había perdido.
- La mujer samaritana vino al pozo en la hora sexta, es decir al medio día, normalmente las mujeres venían a sacar agua de los pozos o mas temprano o mas tarde, y normalmente el momento de sacar agua era aprovechado por las mujeres para tener contacto social con otras mujeres de la comunidad, pero esa mujer seguramente por su presente y por su pasado seria marginada, es decir en su corazón seguramente habría mucha soledad.
- Pero nuestro Señor no vio a esa mujer ni a nosotros como mira la sociedad:
- Nos ve con amor eterno (Jeremías 31:3) Este este encuentro estaba planificado desde la eternidad.
- Nos ve como personas de mucha estima y de valor (Isaías 43:4)
- SOLO JESUS PUEDE DARNOS LO QUE VERDADERAMENTE NUESTRA VIDA NECESITA (JUAN 4:10-18)
- En el corazón de esa mujer que había tenido cinco maridos, seguramente había un vacío muy grande, el cual ninguno hombre había podido llenar, seguramente había mucha soledad, y Jesús le ofreció lo que ningún hombre le había podido dar: El agua viva que salta de su interior como ríos de agua viva.
- La pregunta es para cada uno de nosotros ¿con cuantas cosas hemos tratado de llenar el vacío de nuestro corazón? ¿con cosas? ¿con persons? ¿con placeres? ¿con logros o metas?
- ¿Qué podrán representar en nuestra vida esos cinco maridos en la vida de esta mujer?
- Cinco hombres o cinco mujeres has tenido en tu vida, pero siempre hay un vacío y soledad en tu corazón.
- Cinco propiedades, cinco casas, cinco vehículos, has tenido, pero ninguna de esas cosas ha podido llenar el vacío de tu corazón ni quitar la soledad de tu vida.
- Cinco buenos trabajos has tenido, cinco negocios tienes y tu corazón sigue vacío, y la soledad sigue estando en tu vida.
- Las cantidades y las cosas pueden ser diferentes, cinco, ocho, tres, etc, pero la realidad es que nada ni nadie puede llenar el vacío de tu vida, (Jeremías 2:13) por eso solo Jesús puede decirte (Juan 4:13-14) “….el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás….”
- SOLO JESUS PUEDE SEÑALAR NUESTRO PECADO PARA SALVARNOS Y PARA RESTAURARNOS (JUAN 4:17-19 / 25-26)
- El mundo señala nuestro pecado para condenarnos, para burlarse, para ofendernos (Juan 8:4-5)
Jesús confronto a la mujer samaritana con su pecado, pero no para condenarla, el le dijo: yo soy el Mesías, es decir, Jesús dijo es verdad que eres pecadora, pero yo soy quien perdona tu pecado.