“Bienaventurados (felices) los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.” Mateo 5:8.
El concepto de felicidad: En el aspecto humano, la felicidad es una emoción que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada.
La felicidad suele ir aparejada a una condición interna o subjetiva de satisfacción y alegría. Algunos psicólogos han tratado de caracterizar el grado de felicidad mediante diversos tests, y han llegado a definir la felicidad como una medida de bienestar subjetivo (autopercibido) que influye en las actitudes y el comportamiento de los individuos. Por más bienes materiales que tenga una persona, nunca se siente satisfecha y feliz.
Pero la verdadera felicidad, no sólo consiste en logros materiales para satisfacer los deseos de la carne sino que va más allá, porque tiene que ver con lo espiritual. El ser humano es tripartito, formado de cuerpo alma y espíritu. El cuerpo cuando muere queda en la tierra, pero el alma tiene que dar cuenta a Dios.
Traigo esto a colación en vista del informe Latinobarómetro de que la República Dominicana cuenta con la población más feliz de la región. Y añade que el país es la segunda economía más grande del Caribe, de acuerdo a reciente informe, la tendencia decreciente sobre la satisfacción de la economía se ha revertido favorablemente, registrando una mejoría en la percepción de progreso neto, además de que revelas que RD es el pueblo más feliz de la región latinoamericana, que es una de las regiones más felices de la tierra.
Cuando leí este informe me dije que si eso fuera verdad, de acuerdo a la percepción de Latinobarómetro 2004-2015 todos los dominicanos nos sentiríamos verdaderamente felices, pero lamentablemente en la generalidad de la población se percibe todo lo contrario. Los ricos siguen siendo más ricos y los pobres más pobres, y esa es nuestra calamitosa realidad que estamos viviendo, no otra.
Porque, como es de todos sabido, ahora mismo el pueblo percibe, que nuestro país está viviendo una situación difícil de inseguridad ciudadana, carestía de la vida, alimentos de la canasta familiar inalcanzables, una deuda externa exorbitante, medicamentos caros, una salud pública muy cuestionable, empleados públicos y privados con sueldos de miseria, a excepción de los funcionarios del Estado que ganan salarios exorbitantes, puntos de ventas de drogas en barrios de la capital y del interior, una corrupción rampante que ha contaminado a nuestro sistema judicial, entre otros organismos estatales; el narcotráfico y otras lacras. ¡Cuán felices somos!
Sin embargo, tenemos la firme convicción de que “Solo Dios hace al hombre feliz”, y esto es una realidad para nuestras vidas; no hay mayor felicidad que la que Dios nos puede dar. Muchos creen ser felices cuando tienen buena salud, una buena casa con un auto en el garaje. Muchos creen ser felices cuando tienen dos mujeres, dos casas o una cuenta bancaria.
Sin embargo esto es una mentira que Satanás está usando para que muchos se vayan de boca y vivan engañados toda su vida. Hay artistas que son ricos, famosos pero infelices, como Luis Miguel que confesó ser un hombre infeliz.
La Biblia dice; que la felicidad del hombre no consiste en los muchos bienes que posee.
Cuando dije que solo Dios hace al hombre feliz, me refería a esa felicidad que se obtiene, cuando el hombre es totalmente perdonado de sus pecados de parte de Dios. Romanos nos dice: ahora pues ninguna condenación hay para los que están en cristo Jesús. Los que no andan conforme a la carne sino conforme al espíritu.
Por esta razón Jesús dice a los judíos: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.” El contexto bíblico de estas palabras nos muestra a una humanidad sucia y perversa. Lo contrario de limpieza de corazón es; corazón sucio, inmundo. Jeremías 17:19 dice: “engañoso es el corazón, más que todas las cosas y perverso. ¿Quién lo conocerá?” Luego encontramos en Génesis 6:5 que dice: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres multiplicaba y que todo los designios del corazón de ellos era de continuo el mal.” Luego Jesús dijo: que del corazón del hombre salen los malos pensamientos, lo hurtos, los homicidios, la borracheras, el adulterios la fornicación la hechicería.
Estos pasajes bíblicos no son otra cosa que una descripción de la condición en la que el hombre vive. Y aún todavía radican estos pecados en el hombre que vive sin cristo y sin esperanza. El hombre se encuentra sucio e inmundo delante de Dios por causa de su pecado. Y esto le hace ser el hombre más infeliz de la tierra.
Pero hay una razón por la que Dios desea que seamos nos limpiemos de nuestros pecados y seamos así limpios. Porque ellos verán a Dios. Y de esta manera alcanzar nuestra máxima felicidad. Imagínese aquel día cuando estemos con el en gloria. Yo deseo un día estar con él ¿y usted?
Solo tenemos que hacer una sola cosa. Confesar nuestro pecados delante de Dios. El fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. No nos costará nada, no tenemos que pagar nada, el ya lo hizo en la cruz del calvario por usted y por mí. David comprendió esta verdad cuando dijo; “Crea en mí oh Dios un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí.” Pero antes de esto el dijo: “Ten piedad de mí oh Dios conforme a tu misericordia, conforme a la multitud de tu piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad y límpiame de mis pecados.”
Y Dios perdonó sus pecados.
Por esta razón él dijo alegremente: “Bienaventurado aquel cuya transgresiones han sido perdonado y cubierto su pecado.” Salmos 32. Nueva mente aparece la palabra bienaventurado que “significa doblemente feliz.”
¿No le gustaría experimentar lo mismo que experimentó David cuando confeso sus pecados a Dios. ¿Quiere hacerlo en este día? Romanos 10:9-10. Salmos 24:3-4. Un país es verdaderamente feliz cuando todos sus habitantes lo son, cuando han nacido de nuevo espiritualmente. Usted puede ser ese tipo de persona y ser feliz en las manos de Cristo Jesús.
