No son las palabras en hebreo y griego lo que agrada a Dios; No es tu título, si eres apóstol, profeta; Lo que le agrada a Dios es tu fe. Si tú oras por diez horas, pero no lo haces por fe, a Él no le agrada; Pero si haces una oración de un minuto con toda la fe del mundo, creyéndole a Él, agradas a Dios. Por eso Dios no cuenta tu pasado ni tu pecado; La religión te señala para separarte del plan de Dios para tu vida. Y no es que puedas vivir en pecado, porque tú pagas las consecuencias de tu pecado, pero lo que Dios mira va por encima de lo que mira el hombre, y es la fe que tú tienes para creerle a Él que su plan y su propósito se van a cumplir en tu vida.
En el listado de la fe que vemos en Hebreos 11, hay familias disfuncionales, hermanos que vendieron a su hermano, uno que murió a causa de su hermano, gente que se engañaron unas a otras, Sansón y otros con problemas morales, pero por encima de todo eso, Dios dice: Son héroes de fe. Lo único que Dios ve es que aprendieron a vivir por fe.
La motivación del apóstol Pablo es inspirarnos a todos nosotros a incluirnos dentro de este grupo de personas. En este tiempo todavía hace falta gente como Abel, que levante a Dios cosas con excelencia; Todavía hace falta gente que le dé a Dios lo mejor, para que el mundo vea que adoramos a Dios con excelencia. Y Dios mismo va a decir: “¿Ven eso que están haciendo, y cómo lo están haciendo, con excelencia? Eso es lo que yo merezco.” Cánsate de la mediocridad; La mediocridad que tiene el mundo, muchas veces, es la falta de fe; Piensan: Como no podemos tener todos los recursos, pues hago lo que pueda con lo que tengo. Porque esto es más fácil que decir: Le voy a creer a Dios por los recursos para hacer las cosas de la forma correcta de una vez y por todas. Todavía hace falta gente que crea que para Dios podemos hacer cosas con excelencia. Todavía hace falta gente como Enoc, que crea que no van a ver la muerte, que cuando el enemigo pone cualquier traba para acabar tu vida, Dios te saca, te traspone de un lugar a otro y no ves el final que otros ven. Todavía hace falta gente que crea como Noé que, con un martillo, con un serrucho puede construir un arca donde tu familia se va a salvar, en medio de tiempos de problemas, de confusión, cree que tu familia se puede salvar si, por fe, tú construyes lo que necesitas para que así sea. Todavía hace falta que como Sarah y Abraham crean que no vivimos para nuestra generación, sino entendiendo que en ti son benditas todas las familias de la tierra.
Si tú crees que todavía tú puedes hacer algo mejor para Dios con excelencia, este mensaje es para ti, para que te incluyas en esta lista. Si tu familia te ha dejado, si no ha creído en tu sueño, de la misma manera que José, tú eres un buen candidato para decir: No importa que me abandonen, que hablen de mí, algún día, todos ellos tendrán que venir delante de mí, y yo tendré los recursos para bendecirles. Todavía hace falta gente de fe.
El apóstol Pablo, a través de todo el libro de Hebreos, lo que está trabajando es con la fe, queriendo mover a un grupo de judíos en particular de los rudimentos religiosos, que lo que hacen es llevarte a incredulidad. Hebreos 11 y 12 es la culminación de esto. Pablo se da cuenta de muchos errores que estaban viviendo muchos creyentes en aquel tiempo, y quiso resaltar la capacidad del creyente de vivir una vida completa de fe. Por eso, Hebreo 10:38, Pablo utiliza una frase usada por el profeta Habacuc, quien en un momento crucial de su vida y del pueblo de Israel, hizo una declaración que trascendió las edades y que todavía hoy es vigente: El justo por la fe vivirá. Tú no vives por el gobierno, por tu trabajo; El justo por la fe vivirá. Pablo utiliza esta expresión en tres ocasiones, todas con un énfasis diferente. En Romanos, el énfasis es la fe, la importancia de la fe. En Romanos, Pablo lo que está enseñando es la salvación por la fe. En Gálatas, el énfasis es mostrarle a la iglesia que somos justos, que es Dios quien te justifica, quien te hace justo. En Hebreos, el énfasis es vivir; Por eso, el ejemplo de todos estos héroes de fe; Porque Pablo lo que quiere mostrarte es que la única manera de vivir es por fe. Y, aunque tú no lo creas, tú vives por fe en muchas áreas de tu vida. Planificaste la ropa que te pondrías hoy desde anoche, ¿con qué fe tú creíste que pasarías la noche? ¿Con qué fe tú hiciste planes para hoy? Vas al doctor, quien escribe algo que tú no entiendes, y se lo llevas a un joven en la farmacia, creyendo que va a entender lo que el doctor escribió, y sin cuestionar nada, abres el frasco y tomas el medicamento; Todo por fe.
Tu vida es por fe, lo que pasa es que no lo haces de manera intencional; No vives intencionalmente por fe; Por eso, tus resultados son comunes, porque tu fe es común. La fe común no es la que te hace vivir todos los días de tu vida y te hace levantarte por encima de la depresión y de la tristeza que tú puedas experimentar, y te hace pensar que hay un futuro mejor para ti, y que realmente las cosas sí pueden cambiar y que lo que estás viviendo no puede ser tu final.
En Hebreos 11, el autor claramente nos muestra varias cosas respecto de la fe. Nos define cuál es la fe, nos da la explicación de lo que es la fe; Te da ejemplo y testimonio de gente que se movió por fe, gente ordinaria, familias disfuncionales, pero que vivieron por fe y alcanzaron grandes cosas; Y, lo más importante, nos dice que sin fe es imposible agradar a Dios, lo que nos habla de la demanda que Dios pone en nosotros de que tenemos que vivir por fe. Si algo demanda Dios de ti son tres cosas: Amor –Amarás al Señor tu Dios sobre todas las cosas, con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo; Esperanza –A través de toda la Biblia, se nos habla de que la esperanza es el ancla de nuestra alma, de que en esperanza somos salvos, de que Cristo en nosotros es la esperanza de gloria; Y, si algo demanda Dios de nosotros, es la fe –Es imposible decir que eres un cristiano si no vives por fe. Este mundo y Dios te demandan que tú te levantes y camines con fe, entendiendo que la única persona a la que tú tienes que agradar es a Dios.