GÉNESIS 3:1-8 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 8 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
Generalmente siempre antes de la pérdida de una vida, hay señales de alarma, nuestro cuerpo está diseñado para darnos señales de alarma para que busquemos ayuda, para darnos cuenta que nuestra vida peligra.
Cuáles son las señales de alarma del cuerpo: fiebres, hemorragias, dolor, cansancio, fatiga, etc, son señales que nos previenen que algo anda mal en nuestro organismo.
Ante una señal de alarma solos podemos hacer dos cosas : TOMARLAS EN CUENTA Y PREVENIR UN DESASTRE O SER INDIFERENTES Y DEJAR QUE SE PIERDA UNA VIDA.
Hoy vamos a reflexionar sobre las señales de alarma en la vida cristiana, pues nuestra vida espiritual nos da alarmas, nos da señales de que algo no está bien.
No podemos ser indiferentes ante esas señales pues si lo hacemos podemos llegar a perder nuestro matrimonio, nuestros hijos, nuestra familia completa.
Vamos a ver esas señales de alarma para nuestra vida por medio de aquellos que cometieron el primer pecado de la humanidad: ADÁN Y EVA, y por medio de ellos veremos cuales son esas señales de alarma que nos indican que nuestra vida espiritual está débil, que nuestra vida corre peligro de quedar presa en el pecado y sus consecuencias.
PRIMERA SEÑAL DE ALARMA : HABLAR CON EL ENEMIGO
(VS 1- 3) Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
Podemos ver que el pecado entró en la humanidad para causar tanto daño, sufrimiento y muerte por una simple platica con alguien equivocado, EVA NO TENÍA NADA QUE HABLAR CON LA SERPIENTE.
Muchas veces nosotros caemos en el error de permitirnos tener pláticas con personas que sabemos nos pueden incitar al pecado, que no tienen buenas intenciones, y aún llegamos a defender o justificar esas platicas diciendo que “solo somos amigos” “no hablamos nada malo” “es una simple plática”
Pero la palabra de Dios nos dice que LAS PALABRAS PUEDEN RENDIR NUESTRA VIDA AL PECADO (Proverbios 7:21-22) Lo rindió con la suavidad de sus muchas palabras, Le obligó con la zalamería de sus labios. 22 Al punto se marchó tras ella, Como va el buey al degolladero, Y como el necio a las prisiones para ser castigado;
Aunque queramos creer que una “Simple platica” no nos llevara a nada malo para nuestra vida tenemos que conocer lo que la palabra de Dios nos dice sobre esas pláticas con el enemigo (1 Corintios 15:33) No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
SEGUNDA SEÑAL DE ALARMA : REGIR NUESTRA VIDA POR LO QUE ES ACEPTABLE POR LA SOCIEDAD
(GÉNESIS 3: 4-5) Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
Tenemos que comprender algo muy importante: No era la serpiente la que podía decir que no moriría si comían del fruto prohibido, no era la serpiente quien ponía las reglas de lo que era bueno o malo, sino Dios, ellos tenían que obedecer a Dios, hacer su voluntad y respetar los límites establecidos por él , no creer en las mentiras del enemigo.
Es una señal de alarma cuando nosotros como cristianos tomamos el estilo de vida del mundo como algo normal, como algo aceptable para nuestra vida y la de nuestra familia.
Hay un gran problema cuando vivimos bajo el lema del mundo: “TODOS LOS HACEN” pues tenemos que comprender QUE TODOS LO HAGAN NO QUIERE DECIR QUE SEA ALGO AGRADABLE A DIOS O QUE SEA ALGO CONVENIENTE O BUENO PARA NUESTRA VIDA O PARA NUESTRA FAMILIA (1 Corintios 10:23) Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
La palabras de Dios nos invita a cada uno de nosotros como cristianos a no vivir como viven todos sino a ser diferentes pues no somos del mundo, somos el pueblo de Dios (Jeremías 15:19) Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.
TERCERA SEÑAL DE ALARMA : QUE NO NOS IMPORTE ARRASTRAR Y DAÑAR A NUESTRA FAMILIA POR CAUSA DE NUESTRO PECADO
( GÉNESIS 3:6) Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
Tenemos que reconocer que cada una de nuestras decisiones, nos guste o no, afectará a nuestra familia.
Cuando vivimos SIN TEMOR DE DIOS , Y SIN MIEDO A LAS CONSECUENCIAS, tenemos que saber que nuestros pecados tarde o temprano terminará arrastrando a nuestra familia al dolor, a la escasez, a la amargura, a la separación, y lo peor de todo, a alejarse de Dios.
CUARTA SEÑAL DE ALARMA : HACER TODO LO POSIBLE PARA QUE NUESTRO PECADO NO SE NOTE
(GÉNESIS 3:7) Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
Adán y Eva trataron de cubrir su error, de esconder su pecado con delantales de hojas, pero su pecado no estaba en su exterior sino en su interior, pues ya estaban contaminados. En lugar de tratar de ocultar su pecado ellos tendrían que haber venido ante Dios con sinceridad, con arrepentimiento, y confesar su pecado delante del Señor.
Es una señal de alarma cuando en lugar de arrepentirnos y cambiar nuestros caminos lo que hacemos es que tratamos por todos los medios que nuestro pecado quede en oculto, que no se note, que nadie lo vea, pero tenemos que saber que NADIE PUEDE OCULTARSE DELANTE DE DIOS y tarde o temprano Dios hará que nuestro pecado salga a la luz y que nuestros malos caminos sean expuestos (Marcos 4:22) Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz.
QUINTA SEÑAL DE ALARMA : TRATAR DE ESCONDERNOS O MANTENERNOS LEJOS DE DIOS
(GÉNESIS 3:8-10 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9 Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí.
Algo anda mal en nuestra familia cuando uno de los miembros ya no quiere acercarse a Dios, ya no quiere congregarse y pone todo tipo de excusas para no buscar las cosas de Dios.
Es una señal de alarma cuando en lugar de arrepentirnos de nuestros pecados y acercarnos a Dios para experimentar su perdón y su misericordia nos alejamos de él, nos alejamos de su iglesia y nos alejamos de sus caminos.
ES POR ESO QUE HOY EL SEÑOR NOS INVITA Y NOS DICE (ISAÍAS 1:18) Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
