
En este tiempo de reflexión y conmemoración, recordemos la importancia de preservar la salud física, emocional y espiritual. Es un momento propicio para fortalecer los lazos familiares, cultivar la solidaridad con nuestros semejantes y fortalecer nuestra fe.
La Semana Santa nos invita a la introspección, al recogimiento y a la reflexión sobre el verdadero significado de la vida y el amor.
La prevención y el cuidado no solo se limitan a lo físico, sino que abarcan todos los aspectos de nuestras vidas. Hagamos un llamado a la prudencia y al sentido común, procurando disfrutar de estos días con responsabilidad y respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Sigamos siendo sabios en nuestras decisiones, cuidando de nuestra familia, nuestra comunidad y nuestra nación. Recordemos que la vida continúa más allá de este período de descanso y que es nuestra responsabilidad contribuir a un futuro seguro y próspero para todos.
Que la Semana Santa sea un tiempo de renovación, esperanza y compromiso con un mejor mañana.
Gracia y Paz.