«Pero aconteció que oyendo Sanbalat y Tobías, y los árabes, los amonitas y los de Asdod, que los muros de Jerusalén eran reparados, porque ya los portillos comenzaban a ser cerrados, se encolerizaron mucho.» Nehemias 4:7 (RV60)
Cuando los enemigos de la obra de Dios vieron que el pueblo del Señor progresaba en la reconstrucción de la muralla y que estaban cerrando las brechas, se enfurecieron y buscaron nuevas estrategias para detener la obra. La Palabra nos enseña que la serpiente utiliza las brechas para entrar y atacar. Es importante que revisemos nuestras murallas, necesitamos saber si tenemos brechas y cuáles son, solo así podremos trabajar en unidad con el Espíritu Santo para lograr taparlas y sellarlas bien. No podemos permitir que el enemigo entre, no podemos abrirle el paso, debemos estar alertas para tapar y en lo posible, no permitir que se abran brechas.
Oración
Padre Amado, que cada día que me presente ante Ti, Tu luz me permita ver mis imperfecciones, esas brechas que pueden dar paso a que el enemigo me estorbe, ate o cause daño. Que Tu Multiforme Gracia y el poder del Espíritu Santo me ayuden a repararlas y sellarlas. ¡Amén!
