
Al acercarnos al cierre del 2025, nuestros corazones reconocen una verdad que permanece firme: Dios ha sido fiel en cada etapa del camino. Este año, marcado por luchas vencidas en silencio, procesos profundos y manifestaciones visibles de Su gracia, nos llama a detenernos y honrar al Señor por todo lo que ha obrado en nosotros y a través de nosotros.
La Escritura nos recuerda:
No os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza” (Nehemías 8:10).
Ese gozo no depende de las circunstancias; es una fuerza espiritual que nos sostuvo cuando las fuerzas humanas se agotaban.
Y el salmista declara:
«En tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre” (Salmo 16:11).
Ese es el sello del pueblo de Dios: un gozo eterno que nace de Su presencia y permanece aún en medio de los desafíos.
Hoy reconocemos que cada paso dado en este año fue afirmado por Su mano. Cerramos este ciclo no desde el cansancio, sino desde la gratitud; no desde la queja, sino desde la fe. El 2025 termina con un pueblo sellado, reafirmado y fortalecido por el gozo del Señor.
La Palabra Profética para el Tabernáculo
El Señor habló con claridad a este Tabernáculo:
Cierren este 2025 con gozo y con alabanza.
No con lamentos, no con temor, no con desaliento…
sino con una alabanza que establece atmósferas celestiales
y con un gozo que rompe cadenas invisibles.
Este llamado no fue solo una instrucción, fue una promesa viva.
Cuando el pueblo adora, Dios pelea.
Cuando el pueblo se goza en Él, Dios restaura, sana y abre caminos nuevos.
Este no es un cierre común; es un cierre profético.
Un acto de fe que declara que el 2026 no se abre con cargas del pasado,
sino con propósito, dirección y gloria.
Un Llamado Final
Oramos por sanidad para los enfermos, consuelo para los que lloran y nuevas fuerzas para quienes han permanecido firmes en la brecha. Que el amor de Cristo sane las heridas del alma; que el gozo del Espíritu sea nuestra fortaleza; y que la paz de Dios cubra nuestras casas, iglesias y naciones.
Estamos sellados con gozo eterno.
La fuerza vuelve al corazón.
La esperanza se levanta.
Y avanzamos con la certeza de que lo que viene será mayor que lo que quedó atrás.
Que el Tabernáculo cierre el 2025 con gozo…
y que el 2026 se abra con gloria sobre todos los que aman Su nombre.
.Sellados con Gozo Eterno” no es solo una reflexión; es un acto profético. Los sellos se colocaron en el tiempo correcto, y hoy aún estamos dentro del espíritu de cierre del 2025.Cerramos el 2025 sellados con gozo eterno. El gozo del Señor es nuestra fuerza y nuestra herencia. En el poderoso nombre de Jesús.