Articulos

Seamos sal y luz en un mundo roto

Durante la última semana el mundo se ha enfrentado una vez más al horror de unos ataques en Beirut (Líbano) y París (Francia). Nos ha horrorizado la destrucción causada por unas cuantas personas con un puñado de armas y unos explosivos.

En IFES, por supuesto, estamos preocupados por nuestros hermanos en Cristo, estudiantes y obreros que viven en estas dos ciudades. Estamos agradecidos por los mensajes que hemos recibido tanto de parte de LIVF Líbano como de GBU Francia asegurándonos que todos sus estudiantes y obreros están bien.

Aunque estamos muy agradecidos porque nuestros amigos están sanos y salvos, nos unimos al dolor de tantas personas que están sufriendo por miedo a lo desconocido, por el dolor de haber perdido a amigos y familiares y por la confusión y el esfuerzo de mantenerse fuertes. Al mismo tiempo nos regocijamos porque personas de la comunidad de IFES tanto en Beirut como en París nos cuentan que ser conscientes de la presencia de Dios cambia mucho las cosas:

P, una estudiante de LIVF Líbano, escribe: “Como cristianos pensamos que todas las personas son valiosas y nos aseguramos de no confundir el islam con el terrorismo. Intentamos superar nuestra frustración recordando las manos protectoras de Dios. Pero dos personas que trabajaban en mi universidad murieron durante el atentado, así que la universidad permaneció cerrada el viernes. Nos unimos a otro grupo estudiantil para encender velas en Beirut por las 44 muertes. Y oramos para ser buenos ejemplos de paz y esperanza en medio de nuestra comunidad”.

Elie, Secretario General de LIVF Líbano, comenta: “Estamos preocupados pero confiamos en el Señor y en su fidelidad. La situación política y de seguridad tan inestable en la zona empaña el ambiente y la situación en el Líbano. Pero en medio de todo esto también podemos ver luz en las manos del Señor y su gracia en las oportunidades que tenemos de compartir el evangelio con los refugiados, estudiantes y otras personas. Alabamos al Señor por su presencia, fortaleza y bendiciones para poder continuar con su misión”.

Joyce, líder del equipo de InterAction de París, añade: “Es muy triste pasar por otra tragedia más y sobre todo porque sólo han pasado diez meses desde los últimos ataques de París. El país entero sigue en estado de shock y de luto, pero quizás Dios utilice esta situación para hacer despertar al pueblo francés de su letargo espiritual y obligarlo a preguntarse: ‘¿De qué se trata en realidad esta vida? ¿Hacia dónde vamos?’”

En GBU Francia siguen animados con sus actividades y están más convencidos que nunca de que tienen que estar preparados para responder a estas preguntas. En París temían no poder celebrar su Fórum Veritas, que llevaba por título “El fin de la vida: ¿Tenemos el derecho de vivir o de morir?” el 18 de noviembre, pero al final se les ha concedido permiso para seguir adelante con el encuentro, con tal de que todos los asistentes se registren oficialmente.

A la luz de los acontecimientos recientes, el grupo de GBU de Montpellier ha cambiado los temas de sus próximas reuniones para poder tratar directamente el tema de los atentados. Los nuevos temas para debatir incluyen cómo deben reaccionar los cristianos a los ataques, si es correcta o no la venganza, si hay límites para el perdón y la actitud hacia los extranjeros.

Termino con una breve reflexión sobre los atentados recientes por parte de Jamil, Secretario Regional para el Medio Oriente y África del Norte (MENA): “Los ataques recientes demuestran que el terror no tiene límites. Esto demuestra que somos vulnerables, pero también nos ayuda a ser conscientes del infierno que están pasando millones de hombres y mujeres en la región de MENA. 

“Lo que ocurrió en París son como ‘restos’ de la agitación que existe en el mundo árabe-musulmán y nadie puede medir el peligro ni la duración de lo que está ocurriendo. En la región de MENA seguimos cultivando la esperanza en medio de la tormenta. A veces, con incredulidad, veo que el Señor ha ido delante de nosotros. Él ya ha abierto puertas y cambiado corazones. 

“Por ejemplo, hemos podido celebrar dos encuentros en octubre, uno en un lugar que no puedo mencionar y otro en Siria. Asistieron unos 80 estudiantes a ambos encuentros. Es un milagro. También nos recuerda todo lo que Dios puede hacer incluso con lo poco que tenemos para ofrecerle. La esperanza en sus promesas es lo que nos impulsa a aferrarnos a Él.

“Oremos para que el Señor nos dé fuerzas y perseverancia, para que seamos sal y luz en un mundo roto.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba