El pastor Juan Bueno, en su libro «Consultorio del alma», responde a la pregunta de este hermano, ¿Se salvaron los crucificadores de Jesús?:
Tal vez mi pregunta sea un poco tonta, pero como hay pasajes en la Biblia que lo pueden confundir a uno, quiero que me expliquen lo siguiente. Dice que cuando crucificaron a Jesús, El dijo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.”
Antes de contestar a su pregunta, quiero decirle que no considero una tontería lo que usted trata de saber.
Es cierto que hay pasajes aparentemente difíciles de entender en la Biblia. Recuerde que el apóstol Pedro decía en su segunda epístola:
Y tened entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación; como también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición. (2 Pedro 3:15, 16).
Usted quiere saber si será posible que se hayan salvado los que crucificaron a Jesús. ¡Buena pregunta!
La verdad es que, cuando Jesús intercedió por sus verdugos, no estaba pidiendo la salvación de sus almas. Estaba rogando al Padre Celestial que ese pecado de la crucifixión no les fuera tomado en cuenta. Porque un perdón absoluto del alma por el hecho sólo de crucificar a Jesús habría sido a todas luces una injusticia de parte de Dios. Y Dios no puede actuar injustamente.
El clamor de Jesús en la cruz fue algo semejante al de Esteban minutos antes de morir. El dijo:
Señor, no les tomes en cuenta este pecado. (Hechos 7:60)
Ahora bien, pudo ser (y esto posiblemente lo sabremos en el cielo) que alguno de los que crucificaron al Señor se haya arrepentido, como el caso del centurión, y que haya aceptado a Cristo posteriormente. Todos los que participaron de la crucifixión pudieron haber sido salvos, sí, nótese la condición sí, después se hubieran arrepentido de todos sus pecados y hubieran recibido a Jesús como su Señor y Salvador, quizás por esta razón Cristo oró al Padre que no les tomara en cuenta ese pecado para que existiese la posibilidad de que a futuro pudieran ser salvos.
Así sí el perdón de pecados es extensivo para todos los que sinceramente arrepentidos se acercan a Dios, así Dios perdonó el pecado de la crucifixión, pero los pecados de los que la ejecutaron no era para salvación. Simplemente Jesús estaba pidiendo al Padre el perdón de ese pecado específico para que no se los tomara en cuenta, pues Jesús ya los había perdonado, pero solo ese pecado.
