Las publicaciones recientes muestran una relación cada vez más evidente entre las dietas, la variedad de bacterias intestinales y el desarrollo de enfermedades
En el intestino, las bacterias pueden desempeñar diversas influencias para la salud del cuerpo. Cada vez más, la ciencia busca comprender la relación entre alimentación, bacterias intestinales y enfermedades.
Recientemente, un estudio publicado en la revista Nature Microbiology analizó el microbioma recogido de las heces de 1.054 individuos que participaron en el Proyecto Flamenco de la Flora Intestinal. Con el análisis encontraron que dos géneros de bacteria, las Coprococcus y las Dialister, eran más escasas en las personas que sufrían de depresión.
El equipo de investigadores, liderado por Jeroen Raes, del Instituto Flamenco de Biotecnología de Bélgica, sugiere que los compuestos producidos por las bacterias son capaces de afectar en el estado mental.
Estudios anteriores de este equipo ya habían relacionado el consumo regular de yogurt con ecosistemas bacterianos intestinales más diversificados, así como con el consumo de vino y café.
Otro grupo de investigadores, del Instituto de Nutrición y Salud de la Universidad de Qingdao, en China, investigaron los efectos de las dietas con gran cantidad de grasa para los microbiomas y el desarrollo de enfermedades.
En este estudio los investigadores analizaron los niveles de grasa en la dieta de adultos jóvenes sanos en China, en un total de 217 participantes con edad entre 18 y 35 años, con peso normal. Los participantes fueron divididos en tres grupos dietéticos:
Baja en grasa – equivalente al 20% de la ingesta de energía.
Grasa moderada – equivalente al 30% de la ingesta de energia.
Alta en grasa – equivalente al 40% de la ingesta de energía.
El estudio analizó el impacto de esta dieta a lo largo de seis meses, a través de muestras de sangre y análisis de heces tomadas al inicio y al final de los seis meses.
En el resultado, todos perdieron peso, pero los que llevaban una dieta baja en grasa perdieron más. El volumen general de bacterias no se alteró, pero el número de bacterias beneficiosas aumentó en el grupo que seguía una dieta baja en grasas.
De forma contraria, las bacterias beneficiosas para la salud se redujeron en el grupo que mantuvo una dieta alta en grasa, y algunas bacterias asociadas a la diabetes tipo 2 también aumentaron entre estos participantes. También las especies de Bacteroides, asociadas a los niveles altos de colesterol, fueron más abundantes en quienes consumieron una alimentación más rica en grasas.
Los investigadores creen que los resultados indican importantes relaciones entre el consumo alto de grasa y el efecto que tiene para la salud, especialmente teniendo en cuenta el contexto. Actualmente muchos chinos están modificando la dieta tradicional, baja en grasa y rica en carbohidratos, por una con valores mayores de grasa.