“Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia.” 2 Timoteo 3:16
Si el currículo educativo de nuestros países estaría basado en la Palabra de Dios tendríamos menos presos en las cárceles, menos crímenes y menos asaltos. La Palabra de Dios está llena de principios de vida orientada a la sociedad, la justicia y la educación. Necesitamos a hombres y mujeres valientes dentro del Ministerio de Educación en el país para cambiar el currículo en favor de una educación con Cosmovisión Bíblica. Uno de los problemas fundamentales es que la iglesia le ha dado la espalda a la educación pública optando por crear colegios “Cristianos” para sus hijos e inclusive sus maestros. Hemos optado por esto alegando que tenemos que retirarnos de esas escuelas con pensamiento secular. Como resultado tenemos hoy en día personas con una Cosmovisión humanista y caída en control de lo que se enseña a nuestros pueblos. Por ejemplo la ideología del “Genero” está instalada en el sistema educativo porque no tenemos a hombres y mujeres de Dios allí para frenar esto. Es necesario y urgente que las iglesias formen y fomenten la preparación de personas entendidas en los temas de educación con una Cosmovisión Bíblica. Luego necesitamos que estas personas ocupen las posiciones más altas en los Ministerios de Educación pública de nuestros países para asegurarnos que toda la población reciba una educación centrada en principios Bíblicos. La palabra de Dios es la única autoridad útil para enseñar, reprender, corregir e instruir. Si queremos una sociedad transformada tenemos que empezar por la educación de las nuevas generaciones con la palabra de Dios y esto tiene que instalarse en todas las instituciones educativas públicas.
CONCEPTO IMPORTANTE
Nuestro enemigo Satanás sabe muy bien que la influencia torcida y malvada se inicia en los primeros años de formación. Igualmente sabemos que si incluimos a Jesucristo y su palabra en la educación cosecharemos una sociedad justa y transformada. Necesitamos más personas valientes que estén dispuestas para ingresar en los lugares más estratégicos del Ministerio de Educación para velar por el contenido que se enseña a nuestros hijos.