SANTIAGO 2:14-20 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15 Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17 Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. 18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 19 Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. 20 ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta?.
Posiblemente el título del mensaje les puede parecer extraño, quizás más de alguno se preguntó ¿qué le está pasando al pastor? Es por eso que primeramente vamos a dejar algo bien claro para evitar cualquier tipo de confusión: LA SALVACIÓN SE RECIBE ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE POR MEDIO DE LA FE (Efesios 2:8-9) Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. PERO ESA SALVACIÓN QUE HEMOS RECIBIDO POR FE SE TIENE QUE MANIFESTAR EN NUESTRA VIDA POR MEDIO DE LAS OBRAS.
El texto que hemos leído es motivo de controversia pues pareciera tener un conflicto entre la fe y las obras, parecería una incongruencia con lo que se predica, pero no es así, lo que el apóstol Santiago nos está diciendo es que si verdaderamente hemos creído en Cristo y hemos recibido la salvación por medio de la fe, nuestra vida tiene que mostrar esa fe por medio de las obras.
Es decir que somos salvos por medio de la fe, pero solamente podemos llamarnos cristianos si nuestras obras reflejan nuestra fe en Cristo, ya que un cristiano es alguien que refleja a Cristo con su vida, y ¿Cómo reflejamos a nuestro Señor Jesucristo en nuestra vida? ¡ÚNICAMENTE CON NUESTRAS OBRAS!
Pero es muy importante comprender que esas obras que se tienen que reflejar en nuestra vida cristiana tienen una palabra clave, y esa palabra clave es: EL AMOR, podemos decir entonces que para la salvación la clave es la fe, pero para reflejar esa salvación en nuestro diario vivir la clave es el amor.
Es por eso que la palabra de Dios nos muestra la importancia del amor en la vida de todo cristiano :
- El nuevo mandamiento dado por nuestro Señor Jesucristo es un mandato a amarnos unos a otros (Juan 13:34) Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
- Nuestro Señor Jesucristo nos enseñó que es el amor lo que permite que las personas sepan que somos sus discípulos (Juan 13:35) En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
- El primer fruto del Espíritu mencionado en la carta a los gálatas es el amor (Gálatas 5:22) Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
- La palabra de Dios nos dice que el que no ama no ha conocido verdaderamente a nuestro Dios (1 Juan 4:7-8) Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
VEAMOS ENTONCES EN LA PALABRA DE DIOS DE QUÉ MANERA NUESTRAS OBRAS REFLEJAN EL AMOR EN NUESTRA VIDA CRISTIANA
- I) NUESTRAS OBRAS PRIMERAMENTE TIENEN QUE REFLEJAR NUESTRO AMOR POR EL SEÑOR (MATEO 22:36-38)Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento.
Si verdaderamente hemos recibido la salvación por medio de la fe, esa fe, ese nuevo nacimiento se tiene que ver manifestado en la manera como nos relacionamos con nuestro Dios.
Si somos salvos por la fe, nuestra vida cristiana tiene que reflejar amor por las cosas de Dios, no podemos ser indiferentes con su iglesia, no podemos menospreciar la palabra de Dios, no deberíamos dejar de congregarnos.
Ese amor se tiene que ver reflejado en obras que demuestran nuestras prioridades, pues si de verdad amamos a Dios no le daremos lo que nos sobra de nuestro tiempo, si de verdad amamos al Señor procurariamos agradarlo a él antes que a los hombres (Hechos 5:29) Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
- II) NUESTRAS OBRAS TAMBIÉN TIENEN QUE REFLEJAR NUESTRO AMOR POR NUESTRO PRÓJIMO (1 Juan 4:20)Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?.
Tenemos que comprender que nuestra fe en Cristo se manifiesta de una manera más clara por medio del amor a nuestro prójimo, pues como lo dice el texto que hemos leído no podemos decir que amamos a Dios, no podemos decir que somos hijos de Dios si aborrecemos a nuestros prójimos y mucho menos a nuestros hermanos en la fe.
No podemos decir que verdaderamente somos cristianos si nos congregamos para criticar al hermano, para hablar a sus espaldas y para contar chismes de su vida (1 Corintios 11:17-18) Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. 18 Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo.
Si verdaderamente hemos creído en Cristo por medio de la fe, tenemos que reflejar con obras de amor esa fe, y esas obras de amor comienzan con no destruir a nuestros hermanos, procurar no dañar con nuestras palabras, procurar no destruir con nuestras críticas, procurar no desanimar con nuestras actitudes, los verdaderos cristianos estamos para apoyarnos mutuamente no para mordernos unos a otros (Gálatas 5:14-15) Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 15 Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros.
¿De qué manera podemos reflejar también ese amor por nuestro prójimo? SIENDO UNA INFLUENCIA POSITIVA Y DE BENDICIÓN PARA OTROS (1 Tesalonicenses 5:14) También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos.
III) NUESTRAS OBRAS TAMBIEN TIENEN QUE REFLEJAR NUESTRO AMOR POR LOS INCONVERSOS (ROMANOS 10:14-15) ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!.
No podemos llamarnos cristianos si no le hablamos de cristo a nadie, no podemos ser evangélicos si no compartimos con nadie el evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
Si hemos recibido el precioso regalo de la salvación por medio de la fe, tenemos que tener el anhelo de compartir con otros ese regalo maravilloso, y no podemos ser indiferentes con aquellos que van por el camino que los llevara a la condenación (Proverbios 24:11-12) Libra a los que son llevados a la muerte; Salva a los que están en peligro de muerte. 12 Porque si dijeres: Ciertamente no lo supimos, ¿Acaso no lo entenderá el que pesa los corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, Y dará al hombre según sus obras.
Y como lo hemos dicho en otros mensajes, no se trata de no avergonzarnos de ser evangélicos, se trata de no avergonzarnos de predicar el evangelio a otras personas que aún no han confesado a Jesús como Señor y salvador de sus vidas (Romanos 1:16) Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
CONCLUSIÓN: Como hemos podido darnos cuenta por medio de la palabra del Señor únicamente podemos ser salvos por fe, pero es únicamente por las obras de amor que verdaderamente podemos vivir nuestro cristianismo, podemos decir entonces que las buenas obras no son para salvación, sino por causa de la salvación (Tito 3:8) Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres. Y esas buenas obras solamente pueden venir por medio del amor que el Señor ha puesto en nuestros corazones.