Nuestro Señor Jesucristo dijo que nosotros los cristianos que formamos su iglesia tener que ser en este mundo: Sal y Luz, eso todos los hemos escuchado o lo hemos leído, pero ¿Que significa ser sal y luz? MATEO 5-13-16-
La sal y la luz nos hablan de dos palabras muy importantes que como cristianos tenemos que comprender para poder cumplir nuestro propósito como hijos de Dios en este mundo lleno de pecado, de maldad, de indiferencia, de vanidad, de violencia, etc.
Estas dos palabras son: INFLUENCIA Y LIDERAZGO, es decir que nuestra vida tiene un doble propósito como hijos de Dios, tenemos que ser como la sal que es una influencia transformadora y como la luz que guía en el camino.
Reflexionemos en estas dos palabras por medio de la palabra de nuestro Dios:
I) SOMOS SAL, INFLUENCIA TRANSFORMADORA, EN ESTE MUNDO (MATEO 5:38-48)
Estas enseñanzas de Jesús nos permiten comprender lo que significa ser sal en este mundo, es decir nos enseña cómo podemos ser verdaderamente una influencia impactante y transformadora en la sociedad que vivimos.
Verdaderamente esta forma de vida que nos dice Jesús que como hijos suyos tenemos que vivir es contra naturaleza, es anticultural, pues es todo lo contrario a la manera de vivir del mundo.
Lo normal en nuestras sociedades es amar a los que nos aman, tratar bien a los que nos tratan bien, ayudar a los que nos han ayudado antes, tal como lo hemos mencionado en otros mensajes:
Reacciones humanas: Hacer bien al que me hace bien
Reacciones animales: Hacer mal al que me hace mal.
Reacciones diabólicas: Hacer mal al que me hace bien.
REACCIONES DIVINAS: Hacen bien aún al que me hace mal.
Esa reacción divina, esa forma de vivir mostrando el amor y el perdón de Dios es lo que marca la diferencia entre los hijos de Dios y los inconversos, es lo que marca la diferencia entre ser uno más en la sociedad o ser la SAL en este mundo.
Para poder ser Sal en este mundo, para poder ser verdaderamente una influencia transformadora tenemos que saber de qué espíritu somos (Lucas 9:51-56)
Cada uno de nosotros tenemos que saber y tenerlo bien claro en nuestra vida, que nuestras acciones pueden salvar o condenar a nuestros prójimos, y nuestra manera de vivir como hijos de Dios tiene que estar directamente relacionada al propósito de nuestro Dios (vs 56) él no vino a perder las almas de los hombres sino a salvarlas.
Cada uno de nosotros tenemos que preguntarnos ¿Estoy siendo sal en este mundo? ¿Están mis acciones y mis actitudes en sintonía con él propósito de Dios de salvar las almas?
II) SOMOS LUZ: LIDERAZGO QUE LLEVA A LAS PERSONAS A JESÚS (MATEO 5:14-16)
En estos versículos en los cuales en los cuales el Señor nos dice que somos LA LUZ de este mundo hay una palabra muy importante en la cual tenemos que enfocarnos, y es la palabra: DELANTE de los hombres.
Tenemos que hacernos una pregunta: Cuando va un grupo de personas caminando en la oscuridad de la noche ¿En que parte va la persona que lleva la luz? Va al frente ¡DELANTE de todos!
La palabra DELANTE significa: En frente de, y esto nos habla de liderazgo, es decir de ir delante guiando a las personas que van caminando por este mundo en las tinieblas del pecado, en las tinieblas del temor, en las tinieblas del desánimo, en las tinieblas de los vicios, en las tinieblas del fracaso, etc. y llevarlas a la luz verdadera que es JESÚS (Juan 1:9)
Las personas tienen que saber que nosotros los cristianos no brillamos con luz propia, no es nuestra luz la que tienen que ver, pues nosotros reflejamos la luz verdadera de Cristo en nosotros.
Cuando las personas ven en nosotros esas actitudes de amor, de perdón, de gozo, de paz, de esperanza, tenemos que tener la actitud de Juan él Bautista, tenemos que ser luz y señalar a Jesús, tenemos que mostrarles que él es el cordero de Dios que quita él pecado del mundo y que es él quien nos da su gozo y su paz (Juan 1:29)