¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría. Pero, si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades en el corazón, dejen de presumir y de faltar a la verdad. Esa no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, puramente humana y diabólica. Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas. En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera. En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para[c] los que hacen la paz. Santiago 3:13-18
ESCUCHÉ AL SEÑOR DECIR «LA SALA DE PARTOS NO ES PARA LAS MULTITUDES, SÉAN SABIOS PARA DISCERNIR A QUIEN INVITAN A ENTRAR»
“El Señor me ha estado hablando durante mucho tiempo sobre el parto. Entramos a Pentecostés, y creo que Pentecostés fue un marcador del comienzo de cosas más grandes que comenzarán a producirse en la Iglesia y en la tierra como nunca hemos visto. El Señor me mostró nuevamente durante el fin de semana de Pentecostés cuántos están en una sala de partos, cuántos están en una sala de trabajo de parto ahora mismo, y es profundo. También hay un lugar de impartición significativa de una revelación más profunda, visión divina, como su corazón está siendo liberando, y la importancia de estar correctamente alineados con Él”.
“Lo que Dios está liberando ahora mismo en aquellos que están verdaderamente buscando Su corazón, buscando conocerle, ministrándole a Él, es un tiempo muy pesado y lo que está liberando cambiará el curso de muchas vidas, destinos y ministerios. La impartición que está siendo liberada desde el cielo en este momento es muy importante, ya que se están liberando secretos muy profundos, revelación de la Palabra y de Su corazón, que cambiarán la dirección para muchos, cambiarán la expresión para muchos, cambiarán la manera en que las cosas se han hecho y como se ven, será un tiempo de entrar en un lugar de asociación con el Espíritu Santo, en lo que Él está haciendo, en un nivel que nunca antes hemos caminado. Llevando verdaderamente la Gloria de Dios y viendo su poder demostrado”.
“Escuché al Señor decir: «La sala de partos no es para las multitudes, sé sabio para discernir a quien invitas a entrar»
“Es MUY IMPORTANTE ahora mismo, que en lo que el Señor está dando a luz no haya un «DESFILE» de «MIRA LO QUE DIOS ESTA HACIENDO EN MI» o incluso por la emoción decir a las masas lo que Dios está haciendo, e invitar a cualquiera a entrar. Esto no es sospechar de las personas, esto no es retirarse de una manera poco saludable, lo que el Señor me mostraba es que el parto que está teniendo lugar es TAN PROFUNDO, que debe ser protegido, debe ser atesorado, invitar a cualquiera a la sala de partos o permitir que otros «DICTEN» como se tiene que ver o como tiene que lucir, podría obstaculizar el parto.
Esto no es algo que se deba tomar a la ligera, o jugar con ello”.
“Tuve un encuentro con el Señor recientemente y me mostró maldiciones pronunciadas en todo el Cuerpo de Cristo y palabras venenosas pronunciadas sobre los hermanos y hermanas en Cristo, y esto claramente no debe ser así. El Señor está llamando a la Iglesia a un lugar más alto de PUREZA, CONVICCION e INTENCIONALIDAD para ser aquellos que hablan palabras de vida, ánimo y no palabras de muerte sobre los demás, especialmente a sus espaldas, por causa de juicios, raíces de amargura, falta de perdón, celos y competencia. El Señor comenzará a tratar con todos aquellos que intencionalmente hablan maldiciones y veneno en la Iglesia contra sus hermanos y hermanas en Cristo. El Señor está comprometido con la UNIDAD y está comprometido con ver que la Iglesia se levante y sea conocida por su amor”.
Juan 13:35 El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos
Santiago 3:9-12 Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y agua salada? Hermanos míos, ¿acaso puede dar aceitunas una higuera o higos una vida? Pues tampoco una fuente de agua salada puede dar agua dulce.
“Hay muchos de ustedes que han estado de parto durante mucho tiempo y ha aumentado significativamente durante Pentecostés. Hay muchos que han tenido dolores de parto en las últimas semanas. Están dando a luz. Hay una gran impartición que el Señor ha puesto dentro de ustedes y en los próximos meses se va a manifestar. Asegúrense de pedirle al Espíritu Santo sabiduría sobre a quién invitar a su «VIAJE A LA SALA DE PARTOS” Porque el Señor tiene «PARTERAS» específicas que han sido llamadas para estar a su lado en el nacimiento, pero la sala de partos no está abierta para todos. Lo que Dios está desarrollando en muchos en este momento traerá tal transformación y reforma que hay que tener mucho, mucho, mucho cuidado en el parto”.
“Manténganse cerca del corazón de Dios, manténganse sensibles al Espíritu Santo en cómo debe ser el «PROCESO DE PARTO» porque hay una batalla sobre el parto, el enemigo quiere retrasar el parto, pero NO HABRÁ RETRASOS en el parto mientras continúen escuchando al Espíritu Santo y obedeciendo Su dirección, incluso si es inesperado o no tiene sentido para su mente natural. Confíen en Él”. (Lana Vawser Ministres)
Romanos 8:22-27 Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto. Y no solo ella, sino también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, gemimos interiormente, mientras aguardamos nuestra adopción como hijos, es decir, la redención de nuestro cuerpo. Porque en esa esperanza fuimos salvados. Pero la esperanza que se ve ya no es esperanza. ¿Quién espera lo que ya tiene? Pero, si esperamos lo que todavía no tenemos, en la espera mostramos nuestra constancia. Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios.
Con amor y oraciones,