¡Qué bienaventurada perspectiva! Esto no es el sueño de un entusiasta, sino la declaración de la Palabra infalible. Jehová será conocido entre todas las naciones, y Su agraciada influencia será reconocida por todas las tribus de los hombres. Hoy está lejos de ser así. ¿Dónde se inclina alguien ante el Grandioso Rey? ¡Cuánta rebelión hay! ¡Cuántos señores y cuántos dioses hay sobre la tierra! Incluso entre cristianos profesantes, ¡qué diversidad de ideas hay acerca de Él y de Su Evangelio! Un día habrá un Rey, un Jehová, y un nombre para el Dios viviente. ¡Oh Dios, apresura ese día! Nosotros clamamos diariamente: venga Tu reino.
No discutiremos la pregunta acerca de cuándo será esto. Con la misma seguridad con que el Espíritu Santo habló por Sus profetas, así de cierto la tierra será llena de la gloria del Señor. Jesús no murió en vano. El Espíritu de Dios no obra en vano. Los propósitos eternos del Padre no se verán frustrados. Aquí, donde Satanás triunfó, Jesús será coronado, y el Señor Dios Omnipotente reinará. Sigamos nuestro camino a nuestro trabajo diario y a nuestra guerra, fortalecidos en la fe.