“Mientras la tierra permanezca, no faltarán la sementera y la siega, ni el frío y el calor, ni el verano y el invierno, ni el día y la noche.»” Génesis 8:22 RVC
El clima nublado se presenta comúnmente con ligera llovizna y con vientos, (a veces no tan ligero y no tan ventoso), que van afectando el tiempo en medio de algunas manifestaciones de la naturaleza.
Lo interesante es que hay otros climas y aperturas diferentes en nuestras vidas, que van afectando distintas áreas de nuestras funciones ministeriales.
Cualquiera que sea que estemos atravesando, emocional, físico, familiar, el tiempo dedicado a la oración, la unidad matrimonial, congregación de los santos, relaciones espirituales o de otra índole, la Palabra de Dios testifica frente a estas sombras y turbulencias nada fáciles, lo siguiente:
“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.” Romanos 8:16 RVC
Como los hijos/as de Dios mediante Jesucristo; el Señor ha proclamado que iluminamos al ser Luz para este Mundo, dice:
“»Ustedes son la luz que alumbra al mundo. Una ciudad que está en un monte no se puede esconder.”
Mateo 5:14 PDT
Además, añade; ¡Resplandezcan como luminares!, así declara:
“Para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin culpa en medio de la nación maligna y perversa, entre los cuales resplandecen como luminares en el mundo;” Filipenses 2:15 RVES.
Dios nos llama a ser luz en este mundo, así nos constituimos en sus instrumentos para que en nosotros ÉL sea glorificado; como Cristo le Glorificó proclamando ser la Luz del Mundo.
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen á vuestro Padre que está en los cielos.” Mateo 5:16 RVES.
Dios te continúe bendiciendo en el Nombre de Jesús. Amén.