Una hermana me decía el otro día cómo ella siente que Dios la ha estado fortaleciendo en estos últimos meses, y cómo ha ido creciendo en su fe. Me decía que ha ido cambiando su mentalidad.
Me contaba que había sufrido varias pérdidas en el pasado, y agregaba: “Yo permití que las crisis de la vida me quitaran mi fe y mi gozo en el Señor, pero me estoy reponiendo”, me decía, “estoy creciendo y estoy confiando más en el Señor, y me atrevo a esperar grandes y buenas cosas de parte de Él”.
Y mi consejo para ella fue eso mismo: “Hermana, crea en el Señor, crea que Dios está con usted, crea que Dios tiene buenas cosas para usted”. Según su capacidad para creer, así será su vida. Según su fe, así será el resultado que usted obtenga.
Tenemos que convertirnos en imanes de las bendiciones de Dios. Usted es un imán para cosas buenas o malas, y según usted crea en su espíritu, así serán las cosas que vengan a su vida.
De vez en cuando debemos hacer una radiografía de nuestros pensamientos, de nuestras expectativas, y hacer una radiografía inclusive de todas las cosas que han pasado en nuestra vida.
Lo que pasa es que muchos de nosotros hemos tenido una vida tan negativa, y hemos sufrido tantas pérdidas antes de venir al Señor, porque no sabíamos cómo usar las armas de la fe, porque hay que ser instruido en esto, y el diablo nos ha dado tantos palos en la espalda, que ya hemos dejado de creer que Dios tiene buenas cosas para nosotros. Y entonces vamos a la Iglesia como algo defensivo, pero no como algo activo y ofensivo. Terminamos siendo muy poco ambiciosos en las cosas que nos atrevemos a esperar de parte de Dios.
Pídale al Señor que reemplace sus débiles pensamientos, que reemplace las estructuras mismas de su mente, de su corazón, de sus emociones. Usted tiene que tomar una dieta de fe, leer buenos libros que le animen, hacer lecturas positivas, leer textos de la Biblia donde la gente vence, pasa por pruebas y sale adelante en victoria, leer las promesas abundantes de la Escritura. Así usted podrá ir reprogramando su cerebro, reprogramando su mente.
Porque cuando su mente comience a pensar pensamientos positivos y usted comience a tener expectativas positivas, es increíble, pero usted se dará cuenta que su condición alrededor suyo va a ir cambiando gradualmente, y con el paso de los meses lo que antes era una serie de noticias negativas una tras otra se va a convertir en cosas positivas, bendiciones de Dios, progreso, provisión.
Dios va a cambiar tu matrimonio, va a cambiar a tus hijos, va a cambiar tus finanzas, va a cambiar tu salud, te va a dar vigor, te va a dar capacidad para rebotar en medio de las situaciones de la vida, te va a dar soluciones, pensamientos sabios para resolver los problemas de tu vida.
Pero todo comienza con una reprogramación de tu cerebro. Creerle al Señor, esperar cosas buenas del Señor, creer que si tú haces tu parte Dios definitivamente hará la suya. Todo comienza con una reprogramación del cerebro y de la mente. Si te acostumbras a esperar grandes cosas del Señor, grandes cosas vendrán a tu vida.
