OSEAS 2:14 Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.
El desierto geográficamente hablando son lugares áridos y secos, y eso es exactamente lo que el desierto representa espiritualmente para la vida de toda persona, cuando Dios nos lleva al desierto significa tiempos de escasez, de soledad, de angustia, de enfermedad, en los cuales Dios habla a nuestro corazón, en los cuales el Señor trata directamente con nuestra vida.
Pero lastimosamente muchas veces el desierto no está fuera de nosotros, sino que el desierto está en nuestro corazón, estamos secos en nuestro interior, no hay gozo, no hay vida, parecería que estamos muertos en nuestro interior, por causa de nuestro enfriamiento espiritual, por causa de nuestros pecados que poco a poco van matando y destruyendo nuestra comunión con Dios, que poco a poco van haciendo que nuestra espiritualidad sea esteril, y que siendo cristianos, que siendo hijos de Dios lleguemos a vivir como inconversos, como carnales, con la mente enfocada únicamente en las cosas del mundo, enfocada solamente en los placeres de la carne, con la mente y el corazón completamente alejados del Señor.
CUANDO EL DESIERTO LO LLEVAMOS DENTRO NUESTRA VIDA PUEDE COMPARARSE PERFECTAMENTE CON LAS PALABRAS QUE ENCONTRAMOS EN EL LIBRO DEL PROFETA EZEQUIEL, CON EL VALLE DE LOS HUESOS SECOS, esos huesos que estaban tan secos que parecería que ya no hay ninguna esperanza, pero Dios puede darle vida a todo aquello que está muerto, seco y sin esperanza (Ezequiel 37:1-6) La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. 2 Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. 3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. 4 Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. 5 Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. 6 Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová.
Esos huesos secos representaban a un pueblo sin esperanza, cautivo, lejos de su tierra, que se sentía completamente lejos de Dios (Ezequiel 37:11) Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos.
PERO ¿QUE REPRESENTAN EN NUESTRA VIDA ESOS HUESOS SECOS?, ¿QUE SIGNIFICA CUANDO EL DESIERTO LO LLEVAMOS DENTRO?
I) LOS HUESOS SECOS REPRESENTAN DESHONRA
(Ezequiel 37:1-2) La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó en el Espíritu de Jehová, y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. 2 Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que ERAN MUCHÍSIMOS SOBRE LA FAZ DEL CAMPO, y por cierto secos en gran manera.
Esos huesos secos esparcidos por el campo, simplemente tirados en el suelo, representan una de las mayores deshonras para un judio, pues para el pueblo de Israel que un cadáver no sea sepultado y sus huesos queden expuestos en la tierra es lo peor que le puede ocurrir a un cadáver, es la peor deshonra para la vida de esa persona.
Es decir que esos huesos secos, y ese desierto en nuestro interior representa esos tiempos en los cuales en nuestra vida nos hemos comportado como muertos espirituales, cuando sin temor de Dios le hemos deshonrado con nuestra vida, cuando hemos deshonrado nuestro matrimonio, cuando hemos deshonrado a nuestros padres, y no hemos tenido dolor por hacerlo, sino que hemos expuesto nuestra muerte y nuestro enfriamiento espiritual delante de todos.
II) LOS HUESOS SECOS SIGNIFICAN ALGO QUE HA ESTADO MUERTO POR MUCHO TIEMPO
(EZEQUIEL 37:2) Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y POR CIERTO SECOS EN GRAN MANERA.
Esos huesos secos ya no tenian ningun rastro de vida, no solamente eran solamente huesos, es decir, lo único que quedaba de algo que alguna vez tuvo vida, sino que eran huesos SECOS EN GRAN MANERA, es decir, hace mucho tiempo que estaban muertos, hace mucho tiempo que ya no había vida en ellos.
Eso significa una vida completamente seca espiritualmente, un cristiano que ya no tiene nada de lo que representa la nueva vida, alguien que se ha dejado secar completamente como un desierto, que ya no tiene gozo, que ya no tiene devoción ni temor por las cosas del Señor, que ya no tiene comunión con Dios, que ya no se congrega y que la palabra de Dios ya no tiene cabida en su vida.
¿HAY ESPERANZA PARA UNA VIDA CON EL DESIERTO EN CORAZÓN ?
III) RESPUESTA DE LOS HUESOS SECOS SOLAMENTE ESTÁ EN DIOS, ÉL SABE LO QUE TIENE QUE HACER
(EZEQUIEL 37:3) Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes.
Seguramente la respuesta humana a la pregunta del Señor sería que ya no hay esperanza, que ya todo está perdido, que los huesos secos no pueden volver a vivir, pero Ezequiel no quiso responder por él mismo, porque él sabía que quien tenía la verdadera respuesta es Dios, él único que sabe que hacer cuando alguien está tan seco, tan muerto en su interior, no es ningún hombre, sino solamente nuestro Dios.
Si verdaderamente queremos que nuestro corazón ya no sea un desierto, si verdaderamente queremos que nuestros huesos secos vuelvan a la vida, NECESITAMOS VOLVER NUESTRA VIDA AL ÚNICO QUE PUEDE DAR VIDA, AL ÚNICO QUE PUEDE HACER QUE NUESTRO DESIERTO SE TRANSFORME EN TIERRA FÉRTIL. Y EL ÚNICO ES NUESTRO DIOS (Isaías 35:1-3) Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. 2 Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro. 3 Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles.
IV) TENEMOS QUE COMPRENDER QUE EL AVIVAMIENTO SOLAMENTE VIENE POR MEDIO DE DIOS, DE SU PODER Y DE SU PALABRA
(EZEQUIEL 37:4-5) Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. 5 Así ha dicho Jehová el Señor a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.
Tenemos que comprender que lo ÚNICO que puede darle vida a nuestro desierto interior, que lo ÚNICO que puede hacer vivir nuevamente los huesos secos de nuestra espiritualidad, es LA PALABRA DE DIOS, pues la palabra de Dios es vida, la palabra de Dios da vida eterna. (Juan 6:68) Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Si reconocemos que hoy en nuestro interior hay un desierto, si reconocemos que nuestra vida espiritual hoy son solamente huesos secos, lo primero que tenemos que hacer es VOLVER A LA PALABRA DE DIOS, leerla, escucharla, congregarnos con constancia, volver a nuestra iglesia,
Y ES NECESARIO RECONOCER ALGO MUY IMPORTANTE: SENTIRSE VIVO NO PUEDE SER POR EL PECADO (Romanos 6:23) Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro. Lastimosamente muchísimas personas sienten que están secos y muertos en su interior y cometen el error de querer sentirse vivos por medio del pecado, y de los placeres del mundo, pero jamás podemos sentirnos vivos por medio de la muerte…
EL ÚNICO QUE LE DA VIDA A NUESTROS HUESOS SECOS, ES NUESTRO DIOS. VEN A ÉL , VUELVE A ÉL, PERMITE QUE ÉL LE DE VIDA A TUS HUESOS SECOS HOY.