Muy a menudo, se levantan de entre los iguales para acusar a Instituciones, líderes, hermanos, hermanas, gente de reputación en lo moral y espiritual (con respeto y humildad lo decimos).
Los tales se presentan como representantes del Señor, esto llama mucho la atención; porque Dios no acusa a nadie, el acusador es el enemigo de que las almas vengan a Cristo.
Al respecto, Dice el Señor:
“Cuando alguno de ustedes acusa a otro de hacer algo malo, se acusa a sí mismo, porque también hace lo mismo. Así que no tiene ninguna razón de acusar y juzgar a otro,”
Romanos 2:1 TLA
Acusar no es un proceder que viene de Dios, No.
Viene de otras instancias que todos sabemos, pero todavía los hay que se agencian ese derecho de hacer cosas que el Señor no hace, no hizo, ni ordenó ni validó.
Esto es muy serio y quiénes practican este tipo de procedimiento tienen que saber que Dios está vigilante frente a estas cosas de las cuales dice que si no hay dos o tres testigos que no las admitamos.
“No consideres ninguna acusación en contra de un anciano a menos que existan dos o tres testigos que la apoyen.” 1 Timoteo 5:19 VBL
Otra descripción, señala:
“No admitas acusación contra un anciano, a menos de que haya dos o tres testigos.”
1 Timoteo 5:19 LBLA.
-Cristo Jesús Vino a Salvar, No a descartar, señalar ni acusar-
“Este es un dicho confiable que todos deberían aceptar: “Jesucristo vino a este mundo para salvar a los pecadores”, y yo soy el peor de ellos. Por esta razón se me mostró misericordia, pues ya que soy el peor pecador, Jesucristo pudo mostrar su paciencia infinita como ejemplo para aquellos que eligen creer en él y obtener vida eterna. La honra y la gloria sean por siempre y para siempre para el Rey eterno, el inmortal, invisible y único Dios. Amén.” 1 Timoteo 1:15-17 VBL
Maravillosa instrucción de Dios para cuidar su Iglesia de estrategias enemigas que procuran destruir.
“¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. ¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Tal como está escrito: Por causa tuya somos puestos a muerte todo el día; somos considerados como ovejas para el matadero. Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 8:33-39 LBLA
Dios te continúe bendiciendo. Maranatha