Nuestra cultura de credos cristianos en nuestra civilización, recrea una variedad de matices como parte de la idiosincrasia cultural y religiosa, en relación a la celebración de la denominada Semana Santa.
Pasando revista a las costumbres o cultura de la tradición y de la memorable Semana Santa, podemos comparar perfectamente los tiempos de ayer a los tiempos de hoy.
Es decir, Semana Santa, en términos conceptuales y religiosos, nos habla de recogimiento de lo carnal para acercarnos a Dios, al recordar los valores de la crucifixión en la pasión de Cristo, quien murió en la cruz, resucitó al tercer día y ascendió a los cielos.
Se trata de un tiempo de recogimiento en el que la gastronomía juega un papel importante en la cotidianidad del dominicano. Se observa la separación de la ingesta de carne; sin embargo, hoy podemos ver no sólo el consumo de comida de Mar, pescadería, sino una gran variedad de carne que incluye la humana (prostitución del cuerpo) ; en abundancia.
Tristemente se contempla el placer de modelar, como en pasarelas, la exhibición de hombres y mujeres que buscan estimular la carne y también la conducta contraria a como se observaba la Semana Santa en el pasado.
Difiere, asimismo , a los días de hoy cuando se emiten palabras fuera de tono que a menudo aluden al morbo y son semejantes a la popularidad recreativa de la llamada Semana Santa.
Eso incluye, además, la música, las películas cristianas, el recogimiento espiritual concentrado en la vida de Cristo.
Obviamente, lo que no ha cambiado; son las habichuelas con dulce, las visitas a los familiares, a las iglesias para alabar, meditar, reflexionar y estar a solas con Dios.
TPD, a sabiendas de que a partir de hoy se estarán distribuyendo botiquines con medicamentos de primeros auxilios a ser usados en la celebración de Semana Santa, exhorta a ser sabios y prudentes; reflexionar con mentalidad de recogimiento y prevención, procuremos preservar la familia, iglesia y nación para el bien de todos, porque la vida continúa después de este largo asueto.
Eso nos permite analizar que, a partir de la visión cristiana evangélica, la llamada Semana Santa no existe de por sí, pero en el catolicismo romano se concibe con una gran pasión y solemnidad.
De hecho, ambos conceptos religiosos derraman corrientes de pasión que nos llevan a un reverente y casi obligado retiro espiritual, como parte de esa tradición cristiana de los dominicanos.
Algunos cristianos se encierran en los templos a orar y a cantar, mientras que otros se retiran a las montañas, con distintas actividades recuerdan el drama de la pasión de Cristo en tanto se dirigía hacia el monte del Calvario, en el Gólgota cruel, donde fue crucificado.
Otros grupos tratan de purificar su espíritu en actividades sociales, compartiendo en la parentela los tradicionales platos de habichuelas con dulce y la degustación de mariscos, así como de otros alimentos propios de esta temporada religiosa.
Es costumbre de la gente, en esta época, desplazarse a los pueblos del interior para reunirse con sus respectivas familias y disfrutar de los balnearios de ríos y playas, mientras que otros disfrutan en sus casas de películas cristianas que se transmiten por la televisión o adquieren CDs religiosos o de otros temas, a fin de verlas en los periféricos tecnológicos de memoria, celulares y redes sociales de la Internet.
Todo esto es parte de la cultura modernizada de los dominicanos durante el asueto de la Semana Mayor.
Muchos creyentes toman con gran solemnidad esta celebración al considerarla como Santa, y participan en todos los cultos religiosos. Algunos entienden que la santidad significa apartarse de las actividades y prácticas mundanas que tienen que ver con el pecado.
Sin embargo, la gente del mundo convierte la Semana Santa en un período para vacacionar, mientras que personas con espíritu religioso tratan de aquietar sus conciencias participando en actividades religiosas de sus respectivas iglesias de distintos credos.
Aunque los cristianos evangélicos celebran actividades religiosas en este período, están conscientes que esta tradición no se consigna en la Biblia, y que la santidad debe ser un modelo de la vida diaria, pragmático y continuo durante los 365 días del año, en obediencia a Cristo y su Palabra, lo que significa que de no verse así, tal y como lo dice la Biblia, tiende a caer en un paganismo irreverente.
El recogimiento espiritual no debe emplearse sólo en la llamada Semana Santa, sino en una íntima adoración a Dios cada día. En agradecimiento por la obra redentora de nuestro Señor Jesucristo, el salvador del mundo.
Invitamos a que todos los cristianos, en estas vacaciones de la Semana Mayor, desarrollen la empatía del amor con sus semejantes y seres queridos, en diferentes formas.
Un abrazo, un te quiero, una sonrisa, una palabra de agrado, de apoyo, una felicitación de cumpleaños, una visita a la cárcel, al hospital, al campo con sus amigos y familiares, en un compartir de alegría, sosiego, paz, y celebrar así la libertad del amor de Cristo en nuestros corazones.
Ésta es la propuesta de Semana Santa presentada por el Ministerio de Evangelización Tabernáculo Prensa De Dios, en la pasión de Cristo , una comunidad con valores de familia y espirituales, que abraza, sobre todas las cosas, el amor a Dios y al prójimo , pero además , los principios y las enseñanzas del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
