“Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:7 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Quizá hoy te sientas cansado del camino, cansado de una lucha larga que desde hace tiempo has librado en contra de algo injusto, tal vez te sientas cansado de buscar un empleo y ver como las puertas se te cierran. A lo mejor estás cansado de esperar a que tu familia cambie y lejos de cambiar se ponen cada día más duros.
Es tiempo de descansar, es tiempo de que ese corazón turbado por las diferentes situaciones que te ha tocado vivir reciba la paz de Dios.
Y es que la paz de Dios renueva nuestras fuerzas, la paz de Dios consuela nuestros corazones, la paz de Dios nos permite pensar de mejor manera, esa paz de Dios nos llena y nos da la motivación para seguir adelante en las luchas de la vida.
La paz de Dios es la que me lleva a confiar en que Él tiene el control de todo y que si en este momento no veo las respuestas que necesito, me hace esperar pacientemente en la perfecta voluntad de Dios.
Hoy necesitas esa paz de Dios, necesitas descansar, necesitas relajarte, dejar de pensar en los problemas y enfocarte en el Señor que tiene la capacidad de solucionarlos.
No te afanes queriendo solucionar en tus propias capacidades y bajo tus propias ideas esos problemas, en su lugar permite que Dios te llene de su paz, permite que Él renueve tu ser, pero sobre todo permite que su paz renueve tus fuerzas y tu fe en este día.
Hoy quiero orar por tu vida, para que la paz de Dios pueda inundar tu ser y para que después de ver este video puedas sentir como una carga muy pesada te es quitada, permite el privilegio de orar contigo y recibe esta oración como enviada de Dios especialmente para ti:
“Padre que estás en los cielos, gracias por tu amor incomparable para nuestra vida, gracias porque cada día nos muestras tu fidelidad y tu misericordia. Gracias porque siempre tienes cuidado de nosotros.
Señor, tu conoces los pensamientos de cada uno de nosotros, sabes también lo que hay en nuestro corazón, sabes cuales son aquellas cosas que nos roban la paz, por esa razón te pido Señor que puedas examinar una vez más nuestra vida y que veas cuales son aquellas cosas que nos inquietan y no nos permiten tener esa paz que tú nos regalas.
Ayúdanos oh Dios a depositar nuestras cargas en ti, a confiar en que tu siempre tienes la última palabra y a confiar en que tu voluntad para nuestra vida siempre es perfecta.
Este día quiero pedirte Señor por cada una de las personas que están escuchando estas palabras, para que tu oh Dios puedas bendecirlos, para que tu puedas llenar sus vidas, sus mentes de una paz sobrenatural, de esa paz tuya que nos hacer renovarnos en ti.
Desciende sobre la vida de cada persona que esta escuchando estas palabras, inunda sus vidas de una presencia hermosa de tu Santo Espíritu y permite que toda duda sea disipada, permite que toda carga sea quita y que la fe de cada uno de ellos pueda ser aumentada.
Bendigo sus vidas y proclamo sobre cada uno de ellos que tu presencia los acompañará para darles esa paz que solo tu nos puedes dar. Llena sus vidas de esa paz hermosa, de esa paz bendita, de esa paz que sobrepasa todo nuestro entendimiento.
Que a partir de este día podamos vivir confiados en que tu nos cuidas, nos proteges y nos defiendes.
Gracias Señor por tu paz, gracias por tu amor, gracias por tu fidelidad, pero, sobre todo, gracias por tu presencia en nuestra vida.
Todo te lo he pedido en el Nombre Poderoso de Jesús, Amén y amén.”
¡Recibe la paz de Dios, descansa y confía en Él!
“La paz sea con ustedes, queridos hermanos, y que Dios el Padre y el Señor Jesucristo les den amor junto con fidelidad.”
Efesios 6:23 (NTV)
