Este texto nos muestra algo que nos debe hacer reflexionar y también reaccionar en la forma como estamos viviendo nuestra vida cristiana: SI NO QUEREMOS LA BENDICIÓN, SE ALEJARA DE NOSOTROS. SALMOS 109-17-Amó la maldición, y ésta le sobrevino, Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él.
Todos los cristianos oramos por la bendición de Dios en nuestra vida, y siempre decimos que necesitamos la bendición del Señor sobre nosotros, pero lastimosamente nuestras acciones no demuestran que de verdad queremos las bendiciones de Dios, sino que parecería que no las queremos.
VEAMOS CUALES SON ESAS ACTITUDES QUE NOS DEBEN HACER REFLEXIONAR Y PREGUNTARNOS ¿QUIERO DE VERDAD LA BENDICIÓN DE DIOS SOBRE MI VIDA?
I) QUEREMOS LA BENDICIÓN DE DIOS, PERO NO QUEREMOS OBEDECER (DEUTERONOMIO 28:1-2) Acontecerá que, si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra.2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.
Posiblemente todos sabemos o hemos escuchado que la obediencia trae bendición a nuestra vida, pero no basta con saberlo, ¡es necesario ponerlo en práctica!
Tenemos que saber que nuestra obediencia refleja nuestra fe y confianza en el Señor, y también refleja nuestro amor, pues muchas veces en situaciones que nos resultan difíciles de aceptar tenemos que decirle “Señor, esto lo hago porque te amo.” es decir nos sometemos a la voluntad de Dios por amor a él, y eso trae bendición a nuestra vida.
Muchos cristianos dicen querer la bendición de Dios, pero no quieren obedecer el mandamiento del bautismo, ni tampoco quieren poner su vida de pareja bajo la bendición del Señor, es decir, no quieren casarse, quieren que Dios bendiga su “Relación de pareja” pero la palabra de Dios nos dice que la bendición de Dios está sobre el matrimonio.
Tenemos que reconocer que hay muchas áreas de nuestra vida en las que no estamos obedeciendo al Señor, sino que en realidad queremos seguir haciendo nuestra voluntad, queremos seguir viviendo a nuestra manera, pero si de verdad queremos la bendición del Señor, tenemos que obedecer, porque no es solamente una frase, es una verdad espiritual LA OBEDIENCIA TRAE BENDICIÓN
No nos conformemos con ser solamente oidores de la palabra, seamos hacedores de ella, obedeciendo lo que Dios ha dicho y esperando las bendiciones que él ha prometido.
II) QUEREMOS LA BENDICIÓN, PERO NO LA BUSCAMOS (SALMOS 111:2) Grandes son las obras de Jehová, Buscadas de todos los que las quieren
Definitivamente que muchas veces en otros mensajes hemos hecho énfasis en esto, de manera personal en mi iglesia con la congregación que el Señor me ha dado el privilegio de pastorear, quizás ya les aburre que se los recuerde siempre, pero tomo las palabras del apóstol Pablo: “…para mí no es molesto escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro”
Es que verdaderamente tenemos que comprender, tenemos que recordar que, si de verdad queremos la bendición del Señor, tenemos que buscar al Señor, tenemos que tener tiempo para él, tenemos que buscar primeramente su Reino y todas las demás cosas, es decir, sus bendiciones, vendrán por añadidura (Mateo 6:33) Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
No puede ser que nosotros queramos las bendiciones en nuestra vida, pero que vivamos ignorando a quien da la bendición que es nuestro Dios, no puede ser que queramos vivir como vive el mundo, ignorando a Dios, y recibir las bendiciones del Señor.
III) QUEREMOS SER BENDECIDOS, PERO NI SIQUIERA LEEMOS EL MANUAL PARA LA BENDICIÓN (JOSUÉ 1:8) Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
¿Cuál es el manual para la bendición? ¡LA BIBLIA! En la palabra de Dios está todo lo que nosotros necesitamos conocer para poder vivir una vida bendecida, para hacer lo que al Señor le agrada para poder recibir la bendición del Señor sobre nosotros.
Leer la palabra de Dios y ser edificados espiritualmente por ella es ya una gran bendición, pero también en ella conocemos la voluntad del Señor, comprendemos lo que es agradable y lo que no es agradable a nuestro Dios.
Muchas veces se nos dice que la Biblia es el MAPA DE NUESTRA VIDA, y es una realidad, es el mapa que nos muestra el camino de bendición, nos muestra el camino que debemos seguir para poder no solamente recibir una bendición, sino para caminar en bendición todos los días de nuestra vida.
REFLEXIÓN FINAL: Nosotros como hijos de Dios debemos anhelar la bendición del Señor no solamente la prosperidad que también el mundo puede dar, y tenemos que saber que, aunque lo que el mundo puede ofrecernos parezca muy bueno y atractivo, hay una gran diferencia entre lo que el mundo da y lo que nuestro Dios les da a sus hijos (Proverbios 10:22) La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella.