“Mas ahora tu reino no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que Jehová te mandó”1 Samuel 13:14
Era un joven común y corriente como todos, provenía de una familia grande en donde el era el último hijo, pastoreaba las ovejas de su padre, tenía el talento de tocar el arpa y porque no decirlo, de escribir lindos salmos.
Pero este joven realmente ni se imaginaba lo que le iba a deparar la voluntad de Dios, sentado componiendo salmos bajo la sobra de los árboles, miraba como las ovejas se alimentaban del pasto lo cual era motivo de escribir unos versos y componer la melodía correspondiente para adorar a su Señor.
A pesar de ser un joven pastor, había algo en el que era diferente a cualquier otro, esa característica que está disponible para todos aquellos que puedan ser humildes de corazón, hablo de un corazón dispuesto a adorar a su Rey, a su Señor a su Dios.
Se llamaba David y en los planes de Dios estaba utilizarlo para matar a un gigante que avergonzaba a su pueblo, ser uno de los guerreros más valientes de Israel, llegar a ser el segundo rey de Israel y el primero elegido por Dios y más que todo eso: llegar a ser un hombre conforme al corazón de Dios.
Y es que llegar a ser conforme al corazón de Dios es un titulo que a muchos nos queda grande, no porque ese hecho sea inalcanzable, sino porque nuestra vida no está dando las alegrías que nuestro Padre se merece.
Yo admiro a un David, que aun cuando fue un hombre con tremendos errores, siempre supo enderezar sus pasos y volver al redil del Señor para estar bajo su voluntad.
Que Dios mismo te llame: “CONFORME A MI CORAZÓN”, no es poca cosa, yo anhelo que Dios me diga que soy conforme a su corazón, pero la pregunta sería: ¿Estaré haciendo meritos para merecerme ese título?
Amados, que el anhelo de nuestro corazón diariamente sea ser hombres y mujeres conforme al corazón de Dios. Hemos sido llamados a eso, no hay nada que agrade tanto al Señor como el hecho de proponer en nuestra vida ser conformes al corazón de Dios.
Pero, ¿Qué es un hombre o una mujer conforme al corazón de Dios?, es toda aquella persona, que se despoja de si mismo, en una actitud humilde que denota tu total dependencia de Dios, que vive bajo guía de su Señor y que no mueve ni un dedo si El no se lo dice, es aquel que lo alaba por lo que El hace y lo adora por lo que El es y sobre todo lo ama con todo su corazón, con toda su alma y con todas sus fuerzas.
¿Estaremos despojándonos de nosotros mismo?, ¿Estaremos teniendo una actitud humilde que denota nuestra dependencia de Él?, ¿Estamos viviendo bajo su guía y voluntad?, ¿Estaremos alabándole y adorándole como se merece? Y sobre todo: ¿Estaremos amándolo con todo nuestro corazón, alma y fuerzas?
Que este sea un día en donde analicemos cual es el título que en este momento merecemos delante de Dios, ¿Será conforme a su corazón?, o será ¿Inconforme a su corazón?
Que el anhelo más profundo de nuestro corazón sea alcanzar su favor, vivamos cada día con el único propósito de ser CONFORMES A SU CORAZÓN. Que de nuestra vida nazca el deseo y anhelo de agradarlo hasta en lo mínimo.
¿Qué titulo queremos que Dios escriba de nosotros?, tú decides.
