LUCAS 8:4-8 Juntándose una gran multitud, y los que de cada ciudad venían a él, les dijo por parábola: 5 El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino, y fue hollada, y las aves del cielo la comieron. 6 Otra parte cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad. 7 Otra parte cayó entre espinos, y los espinos que nacieron juntamente con ella, la ahogaron. 8 Y otra parte cayó en buena tierra, y nació y llevó fruto a ciento por uno. Hablando estas cosas, decía a gran voz: El que tiene oídos para oír, oiga.
Estamos a pocos meses de terminar el año 2024, ya llegamos a la recta final del año, pero NO ES NECESARIO ESPERAR EL INICIO DE UN NUEVO AÑO PARA COMENZAR A ESCRIBIR UNA NUEVA HISTORIA EN NUESTRA VIDA.
Tenemos que saber que con la ayuda de nuestro Dios cada día es un buen momento para decidir dejar nuestros caminos equivocados, apartarnos de lo que nos daña, y comenzar a escribir una historia diferente en nuestra vida, una historia de bendición y victoria en el nombre de Jesús.
Verdaderamente que todos tenemos lo necesario para poder cambiar la historia de nuestra vida: Tenemos su palabra, tenemos su gracia y su amor disponible cada día, tenemos su respaldo y su presencia en nuestra vida , entonces tenemos que responder una pregunta: ¿QUE NOS PUEDE IMPEDIR ESCRIBIR UNA NUEVA HISTORIA EN NUESTRA VIDA?
En el texto que hemos leído encontramos la parábola del sembrador y en esa parábola el Señor nos muestra cuales son los obstáculos que no permiten que la semilla de su palabra transforme la historia de nuestra vida.
VEAMOS EN LA PALABRA DE DIOS CUÁLES SON ESOS OBSTÁCULOS QUE NOS PUEDEN ESCRIBIR UNA NUEVA HISTORIA EN NUESTRA VIDA (LUCAS 8:9-15) Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: ¿Qué significa esta parábola? 10 Y él dijo: A vosotros os es dado conocer los misterios del reino de Dios; pero a los otros por parábolas, porque viendo no vean, y oyendo no entiendan. 11 Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. 12 Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven. 13 Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan. 14 La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. 15 Mas la que cayó en buena tierra, estos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.
I) PRIMER OBSTÁCULO: DEJAR QUE NOS QUITEN LA PALABRA QUE DIOS HA SEMBRADO EN NUESTRO CORAZÓN
(LUCAS 8:12) Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven.
La semilla de la palabra de Dios tiene todo el poder para transformar nuestra vida, para restaurar nuestra familia, para reconciliar nuestro matrimonio, para darnos libertad de lo que hoy estamos cautivos, para sanar nuestros corazones quebrantados.
Pero esa semilla echa raíces y da fruto de bendición en nuestro corazón cuando decidimos obedecer el mensaje recibido, cuando decidimos no solamente ser oidores sino hacedores de la palabra (Santiago 1:22) Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
Es por eso que debemos cuidar esa semilla y no dejar que NADIE LA QUITE DE NUESTRO CORAZÓN pues el enemigo usará personas, aun nuestra propia familia, para arrancar el mensaje de Dios sembrado en nuestro corazón, con palabra de desánimo, con palabras de burla o de menosprecio, pero NO VOLVAMOS ATRÁS DE LA DECISIÓN QUE HEMOS TOMADO DE AGRADAR A DIOS CON NUESTRA VIDA a pesar de lo que las personas digan (Hechos 5:29) Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
II) SEGUNDO OBSTÁCULO: NUESTRA IMPACIENCIA Y NO TENER DETERMINACIÓN EN LO QUE HEMOS DECIDIDO
(LUCAS 8:13) Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero estos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan.
Hay algo que todos tenemos que tener bien claro: ESCRIBIR UNA NUEVA HISTORIA NO ES UNA TAREA FÁCIL NI SE HACE DE LA NOCHE A LA MAÑANA, pero verdaderamente vale la pena esforzarnos cada día para lograrlo.
Es necesario que comprendamos que hacer las cosas bien requiere esfuerzo, determinación, y paciencia, LAS COSAS BIEN HECHAS REQUIEREN UN PROCESO.
Para el gran escritor español Miguel de Cervantes el proceso de creación del Quijote abarcó más de una década.
Para el gran escultor italiano Miguel Angel el proceso de creación de su escultura más famosa llamada “El David” duró más de tres años.
Por lo tanto tenemos que comprender que escribir una nueva historia de nuestra vida, de nuestra familia, de nuestro matrimonio, etc no será un proceso fácil.
No será un proceso rápido, habrán momentos de desánimo, de dificultad, de sentir que no se avanza, de sentir que volvemos a caer, PERO NO NOS RINDAMOS, NO DESMAYEMOS, DIOS ESTÁ CON NOSOTROS (1 Crónicas 28:20) Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová.
III) TERCER OBSTÁCULO: NO TENER LA VALENTÍA DE COMPROMETERSE DE CORAZÓN CON NUESTRO DIOS
(LUCAS 8:14) La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto.
Lastimosamente muchos cristianos tienen la intención de comenzar un nueva historia en su vida, de ser más constantes en su iglesia, de servir en los ministerios de la iglesia, de crecer espiritualmente y acercarse más al Señor, pero NO TIENEN LA VALENTÍA DE COMPROMETERSE DE CORAZÓN CON DIOS dejan que los afanes de este mundo ahoguen su decisión de acercarse al Señor.
Es duro de reconocer pero muchas veces las mismas bendiciones que Dios nos ha dado se convierten en nuestros espinos que ahogan nuestra relación con el Señor, nuestras mismas bendiciones se convierten en espinos que nos alejan de los caminos de Dios.
Lastimosamente muchas veces cosas que hemos recibido como bendición así como el nuevo empleo, el comenzar un negocio propio, la preparación académica, etc se convierten en el obstáculo que nos alejan de los caminos del Señor y no nos permiten escribir una nueva historia de nuestra vida.
Pero ¿Por qué sucede eso en la vida de muchos cristianos? es porque NO HEMOS COMPRENDIDO UNA VERDAD ESPIRITUAL: CUANTO MÁS SE NOS DA, MÁS ESPERA DIOS DE NOSOTROS AGRADECIMIENTO Y COMPROMISO (Lucas 12:48) Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá.
CONCLUSIÓN: Para escribir una nueva historia en nuestra vida, es crucial identificar los obstáculos que nos impiden avanzar en nuestra relación con Dios y dejar que Su Palabra produzca fruto en nuestro corazón. Debemos evitar que el enemigo nos robe el mensaje divino, tener paciencia y determinación en nuestra fe, y comprometernos de corazón, superando los afanes del mundo. Con la ayuda de Dios, cada día es una oportunidad para comenzar de nuevo y escribir una historia de bendición.