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¿Qué nos dice la Biblia sobre el estado intermedio de las almas? Reflexiones sobre el destino final de los creyentes y los impíos

El estado intermedio de los muertos es algo real, la Biblia habla de ello.

El estado intermedio, hoy en el “Presente Siglo” es diferente que en el Antiguo Testamento. Cristo vino a darnos la bendición que al recibirlo a Él como nuestro Señor, tenemos derecho a estar con Él inmediatamente que muramos en el Paraíso.

Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. Lucas 23:39-43

El alma abandona el cuerpo en el momento de la muerte. Después de la partida del alma uno no estará más vestido con su cuerpo.

Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe andamos, no por vista); pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo. 2ª Corintios 5:6-10

Esto fue lo que Pedro escribió:

Pues tengo por justo, en tanto que estoy en este cuerpo, el despertaros con amonestación; sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado. 2ª Pedro 1:13-14

Pedro se estaba refiriendo a su alma, la cual, en el momento de la muerte, deja el cuerpo junto con el espíritu y entra a la esfera de lo espiritual. Él, el ser interior, el alma, iba a dejar el cuerpo. De lo anterior podemos llegar a la conclusión que cuando una persona muere, ésta dejará su cuerpo e irá a estar con otros espíritus incorpóreos.

En Apocalipsis, Juan describe a los muertos que han partido como estando bajo el altar y después sobre tronos.

Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansaran todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos. Apocalipsis 6:9-11

Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Apocalipsis 20:4-5

Como podemos ver en Apocalipsis 6:9-11, Juan dice que vio las almas de los que habían muerto por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenía. Y que clamaban diciendo: “hasta cuándo Señor…” Esto nos confirma que nuestros almas quedan en un estado intermedio, y preguntan: “hasta cuándo Señor” y después que les dan vestiduras blancas, les dice que tienen que descansar un poco de tiempo más hasta completar el número de sus consiervos y sus hermanos, (la Iglesia), hasta que sea arrebatada. Su expresión en el sentido de que las almas de los decapitados” indica que estaba escribiendo acerca de los muertos que ya no estaban en sus cuerpos. Cuando el alma de una persona abandona el cuerpo de ésta, ella va a un “estado intermedio” a esperar la resurrección. Ahora nos podemos hacer varias preguntas: En ese lugar. ¿Están las almas conscientes o inconscientes? ¿Pueden ellas hacer algo para cambiar su condición o el lugar en el cual se encuentran?. ¿Podemos ayudarles, y, pueden ellas ayudarnos? ¿Van al limbo o purgatorio, donde permanecen hasta que hayan recibido castigo temporal suficiente por sus pecados, y después poder entrar al cielo? ¿Hay una segunda oportunidad de salvación?

Las almas si están conscientes, lo vemos en la historia del rico y Lázaro.
Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día un banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste está consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; oiganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Lucas 16:19-30

También nos enseña que después de muertos ya no hay oportunidad de arrepentirse y ser salvos. Que es en vida que tenemos que tomar la decisión de aceptar a Cristo como nuestro Salvador personal.

No podemos ayudarles cuando ya murieron. Aquí no hay tales misas de cuerpo presente, ni rezos, ni nada que podamos hacer los familiares. Todos tuvieron su oportunidad aquí en vida mientras estuvieron en su cuerpo.
No van al limbo o purgatorio, pues este no existe, fue inventado por la iglesia tradicional. La Iglesia Católica abolió definitivamente el limbo ese “no lugar” o zona gris ubicada entre el Paraíso y el infierno, adonde según una tradición teológica difundida durante muchos siglos iban a parar las almas de los niños fallecidos sin bautizar y también de aquellas personas (incluso las de vida virtuosa, como los profetas bíblicos) que habían muerto antes de la resurrección de Cristo. Esta decisión fue adoptada el 19 de enero de 2007 por el Papa Benedicto XVI.
No hay una segunda oportunidad de salvación, debemos de tomar la decisión en vida.

Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto? Juan 11:26

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Juan 1:12

Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Juan 3:14-15

Los muertos sin Cristo en el Antiguo Testamento y aún hoy, su parte inmaterial, o sea sus almas incorpóreas, esperan en el hades, o el tártaro. La Biblia nos menciona una sima que está interpuesta entre estos dos, de manera que los muertos debían permanecer donde se encuentran hasta que suceda la resurrección de los muertos.

Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Lucas 16:26

Si es un estado intermedio, tanto de los que son salvos, como de los que mueren para condenación eterna. Porque al final de los tiempos todos los impíos resucitarán para presentarse ante el Juicio del Trono Blanco, donde todos serán juzgados y lanzados al lago de fuego y azufre. Esta es la “segunda muerte” después del Milenio.

Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años. Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. Apocalipsis 20:5-15

Y los que están con Cristo en el Paraíso, que es un estado intermedio mientras los que estamos en la tierra somos arrebatados:

Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 1 Timoteo 4:13-17

Dice para que estemos con Él para siempre, y ¿donde será este lugar? Se supone que es en la nueva Jerusalén.

Fuente:
Elsie Vega

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