La palabra de Dios nos declara en este texto que hemos leído que cuando estemos enfrentando pruebas y dificultades no debemos extrañarnos, sino que tenemos gozarnos. 1PEDRO 4-12-13
Seguramente para muchos esto es algo que nos puede parecer muy extraño, ¿Por qué sentirnos gozosos de estar enfrentando pruebas y dificultades en nuestra vida?
De hecho, si tomamos esta enseñanza y la aplicamos a la inversa lo que nos dice es que lo que nos debería de extrañar es no estar enfrentando ninguna prueba ni dificultad en nuestra vida, eso como cristianos que tenemos un enemigo en común llamado satanas tiene que hacernos reaccionar, si no estamos siendo un objetivo del enemigo tendríamos que preguntarnos ¿Qué está pasando con nuestra vida cristiana? ¿Qué está pasando con nuestra vida espiritual?
Es duro reconocerlo, pero es una realidad, si nuestra vida pasa inadvertida para el diablo, es porque nuestra vida no representa ningún peligro para los propósitos del enemigo, es decir no estamos dando frutos, no estamos siendo útiles para el Reino de DIos, sino que al contrario, con nuestro testimonio estamos siendo más útiles al enemigo que para el Señor, y entonces ¿Para qué nos va a atacar?
Pero si tu vida está en constante ataque por el enemigo, por medio de las críticas, de las palabras que desaniman, de los conflictos, de las tentaciones, de los problemas, escasez, enfermedad, etc. la palabra de Dios nos dice que debemos sentirnos gozosos.
¿POR QUÉ SENTIRNOS GOZOSOS POR LAS PRUEBAS QUE ESTAMOS ENFRENTANDO? Para responder a esa pregunta tenemos que recordar los tres propósitos diabólicos que nuestro Señor Jesucristo nos enseñó (Juan 10:10) El ladrón viene para HURTAR, MATAR Y DESTRUIR. Ahora apliquemos cada uno de estos propósitos del enemigo en nuestra vida y vamos a poder reconocer porque debemos sentirnos gozosos y agradecidos con el Señor aun en medio de las pruebas que estamos enfrentando.
EL LADRÓN VIENE PARA HURTAR: EN NUESTRA VIDA DIOS NOS HA DADO TANTAS COSAS BUENAS QUE EL ENEMIGO NOS LAS QUISIERA QUITAR (EFESIOS 1:3)
Esto es una realidad: Los ladrones no ponen su interés en casas vacías, los ladrones no tratan de entrar a robar en casas que no tienen nada.
Si satanás trata de robarnos es porque en nuestra vida Dios nos ha dado muchas bendiciones, espirituales y materiales, pero principalmente el enemigo quiere robarnos las espirituales, la paz en nuestra familia, el gozo de nuestro corazón, el amor en nuestro matrimonio, nuestra relación con Dios, etc.
Tenemos que sentirnos muy agradecidos con el Señor, que hasta satanás puede ver sus bendiciones en nuestra vida.
EL LADRÓN VIENE PARA MATAR: SINTÁMONOS GOZOSOS, PORQUE LA VIDA DEL SEÑOR EN NOSOTROS ¡YA HASTA EL DIABLO LA NOTA! (MATEO 7:20)
Satanás no puede matar lo que está muerto, si él quiere venir a matar es porque puede ver la nueva vida que Cristo nos ha dado, y ¿Cómo la puede ver? ¡POR LOS FRUTOS!
Usando una frase muy popular podemos decir que “nadie le tira piedras al árbol que no tiene frutos” si satanás está lanzando sus piedras en contra de nuestra vida es porque hay frutos del Señor en nosotros, y ¡Gloria a Dios por ello!
Lo que el enemigo no comprende es que esos ataques, esos problemas y conflictos, nuestro Señor los usa para podar nuestra vida, para limpiarnos, y que podamos dar más frutos para nuestro Dios, así como el pámpano (Juan 15:2)
EL LADRÓN VIENE PARA DESTRUIR: SI EL ENEMIGO QUIERE DESTRUIR ES PORQUE NUESTRA VIDA ESTÁ SIENDO EDIFICADA (EFESIOS 2:19-22)
No se puede destruir lo que ya está destruido, eso significa que hasta el enemigo puede ver lo que Dios está haciendo en nosotros, ya no estamos en ruinas, nuestra vida está siendo edificada por las manos de nuestro Dios.
Y aunque el enemigo lograra con sus ataques, con sus tentaciones y artimañas derribar nuestra vida, destruir lo que hasta hoy hemos logrado, SIEMPRE PODEMOS VOLVER A EDIFICAR PORQUE AHORA NUESTRO FUNDAMENTO ES CRISTO.
CONCLUSIÓN: Ahora que comprendemos porque no debemos sentirnos extrañados por las pruebas y dificultades de nuestra vida, podemos comprender lo que nos dice (Santiago 1:2) nos sentimos gozosos porque nuestra la obra del Señor en nosotros hasta el enemigo la puede ver. GLORIA A DIOS.