FILIPENSES 4:4-7 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! 5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús
.Verdaderamente el gozo y la paz son dos bendiciones espirituales que como cristianos deberíamos experimentar siempre en nuestra vida, pero lastimosamente muchos de nosotros no estamos disfrutando del gozo y la paz que nuestro Dios da a sus hijos.
Es por eso que hoy vamos a comprender por medio del texto que hemos leído que es lo que necesitamos para poder experimentar el gozo y la paz del Señor en nuestra vida cristiana.
Al reflexionar en el texto podemos darnos cuenta que para poder experimentar el gozo y la paz del señor NECESITAMOS HACER TRES CAMBIOS EN NUESTRA VIDA:
- I) NECESITAMOS CAMBIAR NUESTRO ENFOQUE EN LAS CIRCUNSTANCIAS QUE ESTAMOS ENFRENTANDO EN LA VIDA (VS 4) Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!.
Tenemos que comprender que si nuestra mirada está enfocada solamente en los problemas que estamos enfrentando, en las enfermedades que nos afectan, en las necesidades que tenemos, en aquellas cosas que no tenemos, definitivamente no podemos experimentar gozo en nuestro corazón, sino tristeza y amargura.
Es por eso que necesitamos cambiar nuestro enfoque, TENEMOS QUE PONER NUESTRA MIRADA EN EL SEÑOR. por eso la palabra nos dice: REGOCIJAOS EN EL SEÑOR SIEMPRE.
Es decir, tenemos que reconocer que en realidad si hay problemas que resolver, si tenemos enfermedades que enfrentar, tenemos necesidades que suplir, etc. ¡PERO DIOS ESTÁ CON NOSOTROS!
No nos vamos a regocijar en las dificultades, nos vamos a regocijar que aun en medio de las tormentas más difíciles de nuestra vida, DIOS ESTÁ CUIDANDO DE NOSOTROS (Salmo 23:1-5) Jehová es mi pastor; nada me faltará. 2 En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. 3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre. 4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. 5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
- II) NECESITAMOS CAMBIAR NUESTRA ACTITUD (FILIPENSES 4:5) Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
Tenemos que comprender que no podemos tener paz si no cambiamos nuestra actitud por los problemas de la vida, por las críticas de las personas, por las malas actitudes de nuestros prójimos, por los conflictos familiares, etc.
Lastimosamente muchos de nosotros en los momentos de dificultad y de aflicción tomamos actitudes negativas, de enojo, de violencia, y muchas veces nos comportamos de manera soberbia aun con personas que quieren ayudarnos o que quisieran darnos un consejo.
Si queremos tener paz tenemos que promover la paz, no el pleito, ni las rencillas o las contiendas (Romanos 12:18) Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
Para poder lograr hacer eso necesitamos dos cosas:
- Dejar la soberbia, ser humildes y aprender a pasar por alto la ofensa (Proverbios 19:11) La cordura del hombre detiene su furor, Y su honra es pasar por alto la ofensa.
- Dejar que sea Dios que nos defienda y que pelee por nosotros, (Romanos 12:19) No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
III) NECESITAMOS CAMBIAR LAS PRIORIDADES DE NUESTRO CORAZÓN (FILIPENSES 4:6-7) Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Si verdaderamente queremos experimentar en nuestra vida la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento necesitamos dejar de afanarnos, dejar de luchar en nuestras fuerzas, y comenzar a poner verdaderamente nuestra confianza en el Señor.
Nuestro Señor Jesucristo nos enseñó que LA ÚNICA MANERA DE NO VIVIR AFANADOS Y PREOCUPADOS ES PONIENDO EN ORDEN LAS PRIORIDADES DE NUESTRA VIDA (Mateo 6:31-33) No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Busquemos primeramente al Señor y pongamos en él las cargas de nuestra vida, para que podamos verdaderamente experimentar la paz que solo él puede dar.