Definitivamente todas las preocupaciones en nuestra vida vienen a afectar tanto nuestro estado de ánimo así como también muchas veces nuestra fe. Y es que nadie quisiera pasar por episodios difíciles que nos llevan a dudar de un buen desenlace.
A veces los mismos problemas que estamos enfrentando nos llevan a perder el sueño, es decir, la preocupación es tal que nos está afectando físicamente. Conozco personas que derribado de los problemas tienden a enfermarse físicamente y ahora aquello que solo era un problema, se convirtió en dos problemas.
¿Qué es lo que te quita el sueño?, y ¿Por qué te lo quita?
Muchos de nosotros a veces nos vemos afectados por situaciones que solo requieren fe de nuestra parte, y digo esto porque por más que quisiéramos hacer algo humanamente no existe solución alguna, entonces cuando eso pasa lo único que podemos hacer es confiar en Dios, depositar nuestra confianza en el Señor.
El salmista David era alguien que había comprendido que ningún problema iba a afectarlo en extremo, él comprendió que confiando en Dios estaría seguro, por eso lo vemos escribiendo algunos salmos en donde describe su actitud frente a la adversidad. El salmista dijo: “Cuando me acuesto, me duermo enseguida, porque sólo tú, mi Dios, me das tranquilidad.” Salmos 4:8 (Traducción en lenguaje actual).
También escribió: “Yo me acuesto, y me duermo, y vuelvo a despertar, porque tú vigilas mi sueño.” Salmos 3:5 (Traducción en lenguaje actual). ¡Que lindo es poder descansar tranquilamente sabiendo que Dios es quien nos cuida!
Hoy quiero invitarte a dejar de preocuparte al extremo por aquellas cosas de las cuales ya no tienes control, esas cosas que ya solo están en las manos de Dios actuar. Tu tarea no es preocuparte, sino creer, confiar y si es la voluntad de Dios actuar de la manera que esperas, entonces así será, pero si Dios tiene otros planes o formas de actuar debes confiar que su decisión o sus planes son muchos mejores que los tuyos.
Duerme tranquilo, que nada te quite el sueño, pues si tu confianza esta puesta totalmente en Dios debes estar seguro que Él jamás te va a defraudar.
¡Que nada te quite el sueño!
“Vivirás en paz y protegido por Dios; dormirás confiado y lleno de esperanza, sin miedo a nada ni a nadie, y muchos querrán ser tus amigos.”
Job 11:18-19 (Traducción en lenguaje actual)