Articulos

Que nada estorbe tu oración

Hay tres cosas básicas que impiden que tus oraciones sean efectivas.

Cuando oras con motivos incorrectos. ¿Cuál es tu corazón? Detrás de tu oración, de tu petición, ¿qué es lo que hay verdaderamente? ¿Cuál es el motivo de tu oración? ¿Qué es lo que tú pretendes?

“3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” Santiago 4:3

Lo que está mal no es pedir, sino pedir con la intención incorrecta. Hay oraciones que no son las correctas. Tu petición tiene que ser por la razón correcta. Hay quien quiere ser empresario porque se molestan porque los despidieron de algún lugar; Hay despidos injustificados, pero hay otros que debieron haber despedido hace mucho por irresponsables. Pero quieren montar una empresa por un coraje con el jefe, y eso así no funciona. En la Biblia, aquellos que obtuvieron grandes cosas en su vida de oración, no fue para demostrarles a otros quienes ellos eran, sino para demostrarles a otros quién era Dios. Cuando Elías pidió que fuego bajara del cielo, no era para hacerse el profeta más famoso, sino para que el pueblo conociera quien era el Dios al que él servía; Así que la idea de la oración era para que la gloria se la llevara Dios. Tus motivos tienen que ser los correctos.

Cuando no tienes tus relaciones ordenadas.

[quote_box_center]“7 Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” 1 Pedro 3:7[/quote_box_center]

Lo que estorba tu oración no es tu cónyuge, sino que si no tienes una relación correcta, puedes orar todo lo que quieras, y tus oraciones no pasan del techo. Cuando tú tienes un problema familiar –el que sea – tu vida se desordena; No trabajas bien, te enfermas, no estás en conexión. Por supuesto, no todas tus relaciones dependen de ti; Tú no puedes controlar las decisiones que otros toman; Pero, en cuanto a ti, tú tienes que procurar vivir en paz con todo el mundo. Que cuando tú vayas a orar, tú puedas decir: Señor, he hecho todo lo que tengo que hacer, he arreglado mi vida, no estoy provocando malestar con nadie, he tomado las medidas necesarias para corregir cualquier relación que esté fuera de orden.

Cuando no has perdonado. Cuando hay odio, rencor en tu corazón, cuando en tu corazón no hay verdadero desprendimiento, cuando no has perdonado a aquellos que te han hecho mal; Cuando todavía en tu corazón hay coraje.

[quote_box_center]“25 Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. 26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.” Marcos 11:25-26[/quote_box_center]

Antes de pedir por el carro, por la casa, perdona. Separar tiempo para la oración y desconectarte de todo lo demás para conectarte con Dios, dejar tu mente en blanco, mantener el silencio en tu casa, todo esto no es fácil; Y, por lo general, cuando lo logramos y entramos en ese momento de oración, lo primero que recordamos es lo que nos hicieron, lo que te han hecho, lo que te deben, como te están tratando, lo que no han hecho por ti, lo que han dicho; A todos nos pasa. Pero, antes de orar, lo que tienes que hacer es perdonar, liberar a esa persona. Tu oración sería más efectiva si pasaras media hora perdonando y cinco minutos pidiendo, que una hora pidiendo sin haber perdonado.

Tú no te puedes comunicar con Dios cuando tu mente y tu corazón están ocupados con otro. Es como tratar de tener una relación con tu cónyuge, pensando en otra persona; Eso no es una relación saludable. Cuando tú vas a orar, la única persona que debe estar contigo es el Señor; Y, si tú no has perdonado, hay demasiada gente en ese lugar, en tu mente, en tu corazón.

Para que tu oración mejore, pídele a Dios que corrija tus motivos, comienza a ordenar tus relaciones, y perdona. No hay vida verdadera de cristiano, si tú no oras; No la hay. Si tú no tomas tiempo para conectarte con Dios, para interceder, no hay verdadera vida cristiana. Tus hijos tienen que aprender a conectarse con Dios; Y tu vida tiene que ser una de oración. No hay manera de tú tener una vida exitosa como creyente, si no oras.

Fuente:
pastor Otoniel Font | Puerto Rico

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Botón volver arriba