LUCAS 8:1-4 Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. 2 Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 3 Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció. 4 entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; sino ve, muéstrate al sacerdote, y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.
Seguramente si alguien nos preguntara ¿Y cómo es tu Dios? responderíamos, que nuestro Dios es bueno, amoroso, todopoderoso, y todo eso es verdad, es por eso que podemos resumir todo eso diciendo que tenemos un Dios maravilloso.
Y todo lo maravilloso de nuestro Dios podemos verlo reflejado en nuestro Señor Jesucristo, cuando él estuvo en este mundo nos mostró de una manera sencilla como es nuestro Dios, con su vida nos mostró su amor, su poder, su autoridad, y en el texto que hemos leído podemos darnos cuenta por medio de la manera de obrar de nuestro Señor Jesucristo cuan maravilloso es nuestro Dios para con nosotros, pues lo más maravilloso de nuestro Dios es la manera como se relaciona con nosotros los pecadores.
Veamos en el texto que hemos leído CUÁN MARAVILLOSO ES NUESTRO DIOS:
I) TENEMOS UN DIOS MARAVILLOSO PORQUE ES UN DIOS ACCESIBLE (VS 1) Cuando descendió Jesús del monte, le seguía mucha gente. Nuestro Señor Jesucristo nos mostró que tenemos un Dios accesible, que está siempre dispuesto a dejarse encontrar, que siempre está dispuesto a caminar con nosotros, que no es un Dios lejano y que solamente es accesible para ciertas personas, o ciertos grupos religiosos, él está siempre disponible para todos aquellos que le buscan con Fe y Humildad, y no siempre ha sido así para con su pueblo (Deuteronomio 4:7) Porque ¿qué nación grande hay que tenga dioses tan cercanos a ellos como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos?
II) TENEMOS UN DIOS MARAVILLOSO QUE NO RECHAZA A NADIE QUE LE BUSCA (LUCAS 8:2) Y he aquí vino un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Un leproso en aquella época alguien rechazado por toda la sociedad, alguien que nunca podía entrar al templo para adorar, no podía vivir ni siquiera en su hogar con su familia, pero él vino con confianza delante del Señor, él estaba seguro que el Señor no lo iba a rechazar, a pesar que él era alguien acostumbrado al rechazo y al menosprecio él vino confiadamente delante del Señor, y lo maravilloso es que él lo recibió. Nosotros sin importar nuestros errores, nuestros pecados, o las veces que hemos caído y fallado, podemos estar seguros que nuestro maravilloso Dios no nos va a rechazar, sino que siempre nos recibirá con amor y misericordia (Juan 6:37) Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera.
III) TENEMOS UN DIOS MARAVILLOSO QUE NO SOLAMENTE TIENE LA INTENCIÓN DE AYUDARNOS, SINO QUE LO HACE (LUCAS 8:3) Jesús extendió la mano y le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante su lepra desapareció. Definitivamente que en nuestras angustias y problemas hay muchas personas que seguramente tienen la buena intención de ayudarnos, de corazón quisieran poder ayudarnos, pero posiblemente no pueden, tienen la intención, el amor, pero no tienen el poder o la capacidad, y eso es lo maravilloso de nuestro Dios, él no solamente tiene la intención de ayudarnos, él tiene todo el poder y toda la autoridad para hacerlo. Nosotros tenemos que tener la misma confianza y convicción que tenía ese hombre leproso, tenemos que creer que Dios tiene poder para ayudarnos y tenemos que confiar que él lo hará en nuestra vida. Pues lastimosamente muchos cristianos creen que Dios puede, pero no confían que él hará el milagro en sus vidas. (Salmo 27:13) Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes.