Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que venga granizo en toda la tierra de Egipto sobre los hombres, y sobre las bestias, y sobre toda la hierba del campo en el país de Egipto. Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y Jehová hizo tronar y granizar, y el fuego se descargó sobre la tierra; y Jehová hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto. Hubo, pues, granizo, y fuego mezclado con el granizo, tan grande, cual nunca hubo en toda la tierra de Egipto desde que fue habitada. Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que estaba en el campo, así hombres como bestias; asimismo destrozó el granizo toda la hierba del campo, y desgajó todos los árboles del país. Solamente en la tierra de Gosén, donde estaban los hijos de Israel, no hubo granizo. Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: He pecado esta vez; Jehová es justo, y yo y mi pueblo impíos. Orad a Jehová para que cesen los truenos de Dios y el granizo, y yo os dejaré ir, y no os detendréis más. Y le respondió Moisés: Tan pronto salga yo de la ciudad, extenderé mis manos a Jehová, y los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que de Jehová es la tierra. Éxodo 9:22-29
Una de las diez plagas más devastadoras que Dios trajo sobre Egipto y su pueblo fue la plaga del granizo, una lluvia de granizo mezclada con fuego (vs 24) la cual destruyo grandemente tanto a las personas y animales como a toda la vegetación de Egipto (vs 25)
En la historia del mundo las tormentas han sido una de las principales causas de los desastres más grandes para la humanidad, las tormentas producen deslaves, inundaciones, y cuando las tormentas se convierten en huracanes los efectos son devastadores.
Esta noche vamos a reflexionar sobre las tormentas, pero sobre las tormentas que golpean nuestra vida, nuestro matrimonio, nuestras finanzas, nuestra familia, cuando estamos pasando por la tormenta significa que estamos siendo afectados por situaciones que están fuera de nuestro control y que no vienen solas, pues, así como la lluvia viene acompañada de vientos, truenos, rayos, granizo, así estas situaciones traen a nuestra vida temor, angustia, depresión, escasez, enojo, amargura, etc.
Estas tormentas de la vida pueden ser: Enfermedades graves, desempleo, infidelidad matrimonial, amenazas, deudas, vicios, cárcel, tener alguien que amamos en cuidados intensivos en el hospital, etc.
EN LAS TORMENTAS DE LA VIDA TENEMOS QUE SER SABIOS Y BUSCAR REFUGIO EN DIOS (VS 26)
Solamente en un lugar de Egipto estaban protegidos del granizo: En la tierra de Gosén. Estar en la tierra de Gosén significaba tener paz aun en medio de esta tremenda plaga de granizo, estar en la tierra de Gosén significaba tener seguridad y protección durante la tormenta.
En las tormentas de la vida nuestra tierra de Gosén es buscar refugio en nuestro Dios (Salmo 91:1) cuando estamos pasando la tormenta tenemos que venir y refugiarnos en Dios, en su iglesia, es sentirnos protegidos como los polluelos se sienten protegidos bajo las alas de la gallina (Salmo 91:4)
El poder de Dios, su palabra y sus promesas tienen que ser nuestro refugio y nuestra paz cuando el turbión golpea nuestra vida con fuerza (Isaías 25:1 y 4)
TURBIÓN: Aguacero muy violento acompañado de fuerte viento.
Tenemos que estar confiados aun en las más fuertes tormentas de la vida que nuestro Dios es nuestro amparo y fortaleza (Salmo 46:1-3)
TENEMOS QUE ESTAR SEGUROS DE QUE LAS TORMENTAS PASAN, NO DURAN PARA SIEMPRE (EXODO 9:33)
La plaga del granizo produjo aparentemente arrepentimiento en el corazón de Faraón (vs 27-28)
En nosotros también las tormentas y tempestades de la vida tienen que producir en nuestro corazón arrepentimiento, nos deben llevar a reconocer aquellas cosas que Dios quiere que cambiemos y hacerlo, tenemos que humillarnos ante nuestro Dios.
Tenemos que tener la confianza y la esperanza que después de la tormenta vendrá la calma a nuestra vida, que después de estos tiempos que nos ha tocado llorar vendrá la alegría para nuestra vida y nuestra familia (Salmo 30:5)
PERO PARA TERMINAR, VOLVAMOS A LA PREGUNTA INICIAL DE ESTE MENSAJE: ¿QUE HAREMOS CUANDO PASE LA TORMENTA?
Lastimosamente muchos cristianos después que ha pasado la tormenta de sus vidas toman la actitud equivocada de Faraón (Éxodo 9:34-35)
Muchos cristianos cuando pasa la tormenta se apartan de su refugio, dejan la tierra de Gosén, es decir dejan los caminos de Dios, se apartan de la iglesia, vuelven a sus malos caminos, su corazón se vuelve a endurecer contra Dios.
Es triste ver como muchas personas cuando ya salió el sol sobre sus vidas, cuando el problema esta resuelto, cuando la enfermedad ya se sano, cuando las deudas se pagaron, se olvidan de Dios, abandonan sus ministerios en la iglesia, y poco a poco se alejan de la iglesia y del Señor, PENSEMOS: ES TRISTE VER ESTO PARA UN PASTOR, ¿CUANTO MAS TRISTE SERA PARA DIOS?
Lastimosamente el Salmo 78 describe perfectamente la vida de muchos cristianos cuando están pasando las tormentas de la vida, que solo buscamos a Dios como refugio para pasar la tormenta y después nos alejamos de él (Salmo 78:34-39)
Después de la tormenta Dios tiene que ser nuestro refugio siempre, nuestra paz, nuestra fortaleza, durante toda nuestra vida (Salmo 71:3)