MATEO 11:25-30 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños. 26 sí, Padre, porque así te agradó. 27 todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. 28 venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29 llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
En nuestra vida siempre habrá momentos en los cuales nos sentimos tan cansados y tan agobiados que pensamos que ya no podemos más, que lo único que podemos hacer es rendirnos, darnos por vencidos.
Pero como cristianos, como hijos de Dios tenemos que tener algo muy claro en nuestra mente y en nuestro corazón: Si vamos a rendirnos que sea solamente ante Dios, pero no ante los problemas y dificultades.
En el texto que hemos leído el Señor nos revela algo que está escondido o es incomprensible para muchas personas en el mundo pues creen que cuando ellos sienten que ya no pueden más lo que necesitan es tratar de aliviar la carga por medio de diversión, de placeres, de vicios, de distracciones, o buscar la ayuda de otras personas para tratar de salir adelante. Pero todo eso es momentáneo y muchas veces lo que hace es hacernos sentir aún más cargados.
Es por eso que nuestro Señor Jesucristo nos enseñó lo que nosotros como hijos de Dios tenemos que hacer cuando sentimos que ya no podemos más con las cargas de la vida, VEAMOS LO QUE NOS ENSEÑÓ NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO PARA LOS MOMENTOS EN LOS CUALES SENTIMOS QUE YA NO PODEMOS MÁS:
I) SI SENTIMOS QUE YA NO PODEMOS MÁS, TENEMOS QUE ENTREGAR NUESTRAS CARGAS EN LAS MANOS DEL SEÑOR (MATEO 11:27) Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
El texto nos dice que TODAS las cosas le fueron entregadas al Señor por el Padre Celestial, entonces ¿Por qué no queremos entregarle nosotros todas nuestras cargas al Señor?
El Padre sabe que nuestro Señor Jesucristo tiene toda la capacidad, toda la autoridad, todo el poder, toda la sabiduría, y por eso le entrego a él todas las cosas, ¿Por qué seguimos nosotros dudando de la capacidad del Señor? ¿Por qué seguimos tratando de resolver nosotros mismos en nuestras fuerzas los problemas de nuestra vida?
Nosotros tenemos que confiar, que aun todas aquellas cargas que nos parecen imposibles de llevar, todas las dificultades que para nosotros son imposibles de resolver, para nuestro Dios son posibles, y no hay carga que nuestro Señor Jesucristo no pueda llevar (1 Pedro 5:7) echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
II) CUANDO SENTIMOS QUE YA NO PODEMOS MÁS, TENEMOS QUE VENIR AL SEÑOR PARA QUE NOS HAGA DESCANSAR (MATEO 11:28) Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Verdaderamente en el mundo podemos encontrar buenas ofertas, pero nunca encontraremos una mejor que la que nuestro Señor Jesucristo nos hace en este texto: Si estas cansado y trabajado VEN A MI y te haré descansar.
- Es una oferta que NO ES POR TIEMPO LIMITADO, está disponible siempre, todos los días para nosotros.
- Es una oferta que NO TIENE CANTIDAD LIMITADA, podemos venir al Señor todas las veces que sea necesario.
- Es una oferta que NO TIENE CONDICIONES NI RESTRICCIONES todos podemos venir a él, nuestro Señor Jesucristo nunca rechaza a nadie que necesita su ayuda, él no rechaza a nadie que reconoce que ya no puede más.
Lo único que necesitamos hacer para poder tener acceso al descanso que el Señor nos da, es VENIR, si sentimos que ya no podemos más posiblemente es porque nuestra vida está lejos de Dios, es por eso que el Señor nos dice hoy VEN A MÍ Y TE HARÉ DESCANSAR.
Podemos ver que nuestro Señor Jesucristo no dice que nos enseñará un método para aprender a descansar, no nos dice que nos enseñara una técnica para olvidarnos de nuestras cargas, nos dice que vengamos a él con nuestras cargas y él nos hará descansar, con sus promesas, con su fidelidad, y con su poder.
III) CUANDO SENTIMOS QUE YA NO PODEMOS SEGUIR, TENEMOS QUE SER HUMILDES PARA RECONOCER QUE NECESITAMOS LA AYUDA DEL SEÑOR (MATEO 11:29-30) Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Estos versículos nos hacen reflexionar y comprender que muchos de nosotros sentimos que ya no podemos más y nos sentimos cansados y agobiados por causa de nuestra soberbia, por no querer reconocer que necesitamos la ayuda del Señor.
Somos soberbios cuando creemos que nosotros solos sin la ayuda de nadie ni la de Dios vamos a poder con las cargas y dificultades de nuestra vida, y estamos equivocados.
Es por eso que el Señor nos hace un llamado: Si sientes que ya no puedes más con tu carga, sé humilde, búscame y déjame que te ayude. Tenemos que llevar el yugo del Señor sobre nuestros hombros, es decir que las cargas de nuestra vida ya no las vamos a llevar solos, sino junto con el Señor, pues el yugo es símbolo de caminar juntos y de jalar juntos esa carreta cargada que representa los problemas y dificultades de nuestra vida.
CONCLUSIÓN: Ven hoy al Señor, solamente él te puede hacer descansar.