SALMO 11:3-4 Definamos primeramente a que nos referimos cuando hablamos de fundamentos: Es aquello sobre lo que está asentada una cosa.
Quiere decir que en una construcción el fundamento es sobre lo que se construye, ya sea una casa, un edificio u otra edificación, el fundamento es lo que le da estabilidad y solidez a la construcción.
Espiritualmente hablando el fundamento de nuestra vida es Cristo, nuestra vida tiene que estar fundada sobre la roca para que cuando vengan las tempestades no caigamos, sino que permanezcamos firmes (Mateo 7:24-25)
Pero materialmente hablando en nuestra vida tenemos fundamentos que nos ayudan a tener estabilidad emocional, esos fundamentos o bases de nuestra vida son: La familia: matrimonio, hijos, padres, etc. la salud, nuestra y de las personas que amamos, la economía, el trabajo.
En los versículos que leímos para comenzar se nos dice: “cuando fueren destruidos los fundamentos” no está hablando de nuestro fundamento espiritual que es Cristo, esta hablando de los golpes que la vida nos da que destruyen, que derriban, nuestros fundamentos materiales, nuestros fundamentos afectivos, y esos fundamentos son destruidos por los golpes que nos da la vida.
Esos golpes que nos da la vida, esos golpes que destruyen los fundamentos son situaciones inesperadas, de enfermedad, de muerte, de desempleo laboral, de embargos económicos, de infidelidad matrimonial, de abandono, etc.
Pero veamos la pregunta que se nos hace en la palabra de Dios y veamos la respuesta para que nosotros podamos ponerla en práctica cuando los fundamentos sean destruidos (Salmo 11:3-4): Si fueren destruidos los fundamentos ¿Qué ha de hacer el justo? ¿Que tenemos que hacer como hijos de Dios cuando vienen a nosotros los duros golpes de la vida?
Veamos la respuesta que encontramos en el mismo texto:
NO DEBEMOS APARTARNOS DE LA IGLESIA (VS 4ª)
Es increíble como muchos cristianos en el tiempo de dificultad, cuando los golpes de la vida están pegando fuerte contra ellos, en lugar de buscar a Dios con constancia en su iglesia, lo que hacen es dejar de congregarse.
Cada uno de nosotros tenemos que comprenderlo, la silla de nuestra iglesia siempre tiene un gran valor, porque ahí escuchamos la palabra de Dios, porque ahí nos quebrantamos, porque ahí clamamos, pero cuando los fundamentos son destruidos, esa silla no podemos dejarla vacía, tenemos que recordar que Dios esta en su templo, Dios esta donde su pueblo se reúne, el Señor ha prometido estar donde estén dos o tres en su nombre.
Ahí en tu iglesia Dios te hará florecer, aunque hoy solo veas dificultades, aunque en este momento solo veas desiertos en tu vida. (Salmo 92:13)
DEBEMOS RECORDAR QUE NUESTRO DIOS TIENE EL CONTROL (SALMO 11:4b)
Posiblemente en tu vida muchas cosas han cambiado para mal, pero puedes confiar que Dios no ha cambiado, el sigue estando en el trono, el sigue teniendo la ultima palabra, el sigue siendo todopoderoso.
El esta en el trono ¿Qué significa eso? (Salmo 47:2) el es el Rey, nosotros tenemos que someter nuestra voluntad a la de él, no el a la nuestra, nosotros tenemos que aceptar la voluntad del Señor, así como nos dio el ejemplo nuestro Señor Jesucristo cuando en el huerto de Getsemaní el dijo: No se haga mi voluntad sino la tuya.
Nuestro Dios esta en el trono y nosotros podemos venir confiadamente delante de su trono, porque somos sus hijos, para recibir el oportuno socorro para nuestra vida, para recibir el consuelo que nuestra vida necesita (Hebreos 4:16)
Para poder salir victoriosos de los golpes que da la vida y destruyen los fundamentos no debemos olvidar que todo depende primeramente de nuestro Dios, no del medido, ni del banco, ni de los abogados, primeramente, depende del que esta en el trono, y ese es nuestro Dios (Jeremías 17:7-8)
TENEMOS QUE EXAMINAR NUESTRA VIDA (SALMO 11:4c)
Nuestro Dios examina nuestra vida, el conoce todo lo que hay en nuestro corazón, y muchas veces por lo que él ve en nosotros es que permite que vengan esos golpes a nuestra vida para que arreglemos aquello que no le agrada a Él.
Posiblemente ese detalle que no hemos visto es que nos hemos alejado del Señor, posiblemente nuestro corazón se ha apartado de Dios (Lamentaciones 3:40)
Al examinar nuestra propia vida vamos a reconocer si lo que estamos viviendo es una prueba de nuestra fe o es disciplina de Dios por nuestro pecado (Salmo 11:5)
La palabra de Dios nos da el mejor consejo sobre lo que tenemos que hacer cuando hemos examinado nuestra vida, y quizás hemos encontrado que hay mucha soberbia, que quizás hemos descuidado nuestra vida de oración, y que quizás hemos andado por caminos que no agradaban a nuestro Dios, ese consejo lo encontramos en 2 Crónicas 7:14
“si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra…”
