2 CRÓNICAS 20:1-2 Y 12 Josafat fue uno de los reyes más fieles del reino de Judá, fue un rey que confió en Dios y trato de hacer lo que al Señor le agradaba y principalmente no sirvió a dioses extraños, él fue fiel a Dios.
Pero como todos nosotros lo sabemos hay situaciones que vienen a nuestra vida en las cuales no sabemos que hacer, y ese momento fue cuando contra el rey Josafat venia una gran multitud de ejércitos para hacerle la guerra.
En nuestra vida ¿en que situaciones el día de hoy no sabemos que hacer?, ¿qué decisión tenemos que tomar en la que verdaderamente no sabemos que decidir?, posiblemente no sabemos qué hacer con los problemas económicos que estamos pasando, quizá no sabemos qué hacer con los problemas laborales que estamos sufriendo, quizá no sabemos qué hacer con los problemas de nuestro matrimonio.
Definitivamente todos hemos pasado alguna vez por situaciones en la vida en las que no encontramos el camino, situaciones en las que definitivamente no sabemos que hacer, y nos sentimos abrumados porque nos sentimos impotentes ante las situaciones que estamos viviendo, al igual que Josafat se sintió impotente ante esa gran multitud.
¿Que tenemos que hacer en esos momentos en los cuales nos sentimos abrumados por las situaciones en las que no encontramos la salida, que nos sentimos impotentes pues no sabemos qué hacer?
TENEMOS QUE RECONOCER QUE SOLAMENTE SOMOS HUMANOS (VS 3 Y 12A)
El rey Josafat tuvo la reacción normal de todo ser humano: él tuvo temor, tuvo temor de no tener la fuerza necesaria para enfrentar un ejército tan grande, tuvo temor de ser derrotado, tuvo temor de perder su reino, recordemos que somos humanos y la primera reacción ante los grandes problemas es sentir temor.
Nosotros cuando no sabemos que hacer también sentimos temor: sentimos temor a equivocarnos en la decisión que vamos a tomar, temor de dejar un buen trabajo por otro, sentimos temor cuando nos diagnostican una enfermedad muy grave, sentimos temor cuando somos amenazados, sentimos temor cuando las deudas son muy grandes y no tenemos lo suficiente para pagarlas.
Es en esos momentos en los cuales Dios nos demuestra algo que muchas veces se nos olvida (Salmo 9:20) estos momentos de temor, de preocupación, de impotencia, nos recuerdan nuestra posición, nos recuerdan que nosotros somos hombres y él es Dios, de él dependemos, él tiene el poder no nosotros.
TENEMOS QUE SER HUMILDES PARA RECONOCER QUE NOSOTROS NO SABEMOS QUE HACER, PERO DIOS SI SABE QUE HACER (2 CRÓNICAS 20:12B)
El gran rey Josafat tuvo la sabiduría y la humildad de poder expresar esas palabras: No sabemos qué hacer.
Nosotros tenemos que venir delante del Señor con humildad reconociendo que no sabemos que hacer, que tenemos miedo de equivocarnos, que tenemos temor de no tener la capacidad para enfrentar el problema, que nos sentimos abrumados porque sentimos que la crisis supera nuestra fuerza, y tenemos que confiar que el sí sabe qué hacer en la situación que estamos viviendo (Juan 6:5-6)
Jesús está utilizando ese problema en nuestra vida para que podamos decirle: ¡Señor yo no sé qué hacer, pero tu si lo sabes!
TENEMOS QUE APRENDER A HACER ALGO QUE A MUCHOS CRISTIANOS NOS CUESTA: ¡ENTREGARLE A DIOS NUESTRO PROBLEMA, QUEDARNOS QUIETOS Y ADORARLE! (2 CRÓNICAS 20:15-22)
Muchos de nosotros somos cristianos hiperactivos, es decir no podemos quedarnos quietos, queremos que Dios sea solamente un espectador de nuestra vida mientras nosotros luchamos por resolver todos nuestros problemas.
Este día Dios nos dice a todos: entrégame a mi tu problema, entrégame a mi tu necesidad, ríndete tú y deja que yo pelee tu batalla (vs 15)
Pero hay un detalle muy importante que debemos notar: Una de las armas mas poderosas para enfrentar esas situaciones en las cuales no sabemos que hacer es la alabanza (Vs 21-22)
Mientras esperamos en Dios, mientras esperamos que el obre sus maravillas tenemos que adorarlo, tenemos que exaltarlo, tenemos que quitar de nuestra boca la queja, la murmuración, y la duda.
Espera en él, quédate quieto, alábale y confía en la palabra que Dios hoy te ha dado y prepárate para ver la gloria de Dios en tu vida, en tu familia, y en tus problemas (2 Crónicas 20:27-30) DIOS SI SABE QUE HACER