Hay 106 citas de la palabra Evangelio en el Nuevo Testamento, Jesús la emplea repetidas veces en el transcurso de su ministerio. Pero ¿Por qué? ¿Cuál era el propósito de Jesús? En este estudio llegaremos a comprender en qué consiste realmente el Evangelio, y porqué era necesario que Jesús encarnara para traernos el Evangelio, el regalo más grande, que es, la salvación por medio de su sangre en la cruz. El Evangelio es las buenas nuevas que habla Jesucristo, el Hijo de Dios. Como nos lo narra Marcos 1:2 «Como está escrito en Isaías el profeta: pero Marcos primero cita a Malaquías 3:1 «He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará el camino delante de ti, luego cita a Isaías en el versículo 3 «Voz del que clama en el desierto: Preparad camino del Señor; enderezad sus sendas. La primera cita clarifica la segunda.
Las buenas nuevas acerca de Jesucristo, el Hijo de Dios, comenzaron con Juan el Bautista. Tal y como fue predicho, fue Juan quien preparó el camino para el advenimiento de Cristo. Su predicación consistía en proclamar la necesidad de una genuina conversión y fe en Aquel ante quien «ni siquiera soy digno de inclinarme para desatar las correas de sus sandalias», decía Juan.
El bautismo de Jesús.
Siendo Jesús inmaculado, ¿Cómo entonces pudo ser bautizado? Respuesta: después de todo, el si tenía pecado, es decir, el nuestro Isaías 53:6-7
«Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros».
Ilustración:
Hoy que me tocó predicar, conociendo la ordenanza de predicar el evangelio, acepté el reto aunque estuviera enfermo, porque el Señor nos ha dado el ejemplo y el mandato de predicar el Evangelio a todas las naciones.
I. ¿Qué significa Evangelio?
La Definición
La pregunta «¿Qué significa Evangelio?» es quizás la pregunta más importante que una persona se puede hacer. La palabra Evangelio literalmente significa «buenas nuevas.» Es el plan que Dios ha diseñado para salvar a los humanos pecadores de la separación eterna de Él.
El evangelio (del griego εὐ, «bien» y αγγέλιον, «mensaje») es según la fe cristiana la buena noticia del cumplimiento de la promesa hecha por Dios a Abraham, Isaac y Jacob de que redimiría a su descendencia del pecado por medio de la muerte de su Hijo unigénito quien moriría en por el pecado de toda la Humanidad y resucitaría al tercer día para dar arrepentimiento y perdón de los pecados a todo aquel que crea en él. David profetizó que Jesús resucitaría al tercer día sin ver corrupción; David murió y su cuerpo vio corrupción y la tumba de David está en el Monte Sion, pero Jesús resucitó al tercer día cumpliendo la profecía de su resurrección y su tumba está vacía y es conocida como el Santo Sepulcro. Este es el evangelio que predicaban los primeros discípulos de Jesús.
La salvación por medio de Jesucristo. Estas «buenas noticias» fueron reveladas en embrión desde el principio (Gn. 3:15). El llamado “Protoevangelio” Cf. Romanos 16.20. “Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.”
Los cristianos han visto en esta mención de la descendencia de la mujer una velada referencia al Mesías en su lucha contra Satanás y en su victoria final sobre las fuerzas del mal.
II. ¿Entonces, qué es el Evangelio?
Era necesario que Jesús viniera a predicar las «buenas nuevas», por eso Él dice:
“El reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 3:2; 4:17; 10:7)
Porque el mundo estaba perdido en el pecado y solo por medio de Él podíamos alcanzar la libertad.
Por eso en su predicación del evangelio el Señor Jesús dice: «…Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mat 4:17).
Fue Él quien proveyó el camino de la salvación, fuera del cual todo hombre está eternamente perdido. Estas buenas nuevas, por tanto, constituyen con toda propiedad «el Evangelio de Dios»
Isaías 53:7 «Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca».
1 Corintios 15:1-4 «Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras»
Jesús lo dice claramente cuando leyó el libro del profeta Isaías (Is. 61:1-2) en la sinagoga de Nazaret: Lucas 4:16-21, lo confirma cuando les dice “hoy se ha cumplido esta escritura delante de vosotros”
Isaías 61:1-2 “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados.
Lucas 4:16-21 “Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: “Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.” Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.”
Solo faltó: y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados.
III. ¿Cuál es la clave del Evangelio y por qué?
El Evangelio está enclavado en este pasaje de Isaías y Lucas. Jesús venía a cumplir lo profetizado desde Génesis 3:15, pasando por Isaías y todos los profetas, veamos que dice este texto:
- “Espíritu del Señor está sobre mí” durante su bautismo el Espíritu descendió sobre Él para prepararlo para iniciar su ministerio.
- «Por cuanto me ha ungido» Estaba ungido por Dios para cumplir su misión. El es Ungido de Jehová (el Mesías, el Cristo) pero para darnos ejemplo de su humanidad fue bautizado por Juan el bautista.
- “Para dar buenas nuevas” significa predicar el evangelio, dar las buenas nuevas de salvación.
¿A quiénes? a los pobres. - “Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón” a sanar, tanto físicamente, como espiritualmente a los quebrantados de corazón, a la humanidad sin esperanza.
- “A pregonar libertad a los cautivos” A publicar libertad a los cautivos y a los presos (cautivos del pecado) a abrir las prisiones en que nos encontrábamos todos.
- “Y vista a los ciegos” A dar vista a los ciegos, a los que no pueden ver la realidad de sus prisiones de pecado
“A poner en libertad a los oprimidos” Jesús vino a libertar a la humanidad entera atrapada en pecado, vino a hacernos libres. - “A predicar el año agradable del Señor” A predicar significa proclamar el año agradable, una alusión al año de Jubileo, año de libertamiento universal de las personas y las propiedades. Una gran fiesta del año agradable.
- Solo estaba omitido en Lucas el día de la venganza.
Este es el evangelio, las buenas nuevas que nos traía Jesús a toda la humanidad, con su evangelio venía a libertarnos, venía a sanarnos, a consolarnos, a darnos vista a los que estábamos ciegos como ovejas que no tienen pastor que los guíe, en fin, a darnos la salvación, la vida eterna.
El evangelio significa la salvación en la sangre de Cristo Jesús.
¿Por qué era necesario la predicación del Evangelio?
Porque todos somos pecadores. La Biblia presenta un mensaje claro y coherente de que todas las personas han pecado. Romanos 3:21-23 dice:
«Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados»
A consecuencia de la caída en el pecado en el Huerto del Edén, cada parte de nosotros ha sido corrompida por el pecado—nuestras mentes, emociones, y carne. Nosotros no buscamos a Dios.
El castigo por el pecado es la muerte. Romanos 6:23 dice:
“Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” ¿Cuál es esta paga? Es el «dinero que se paga o se recibe por un trabajo o servicio.»
Pero Jesús venía a traernos vida, y vida en abundancia.
Juan 1:9-12 «Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios»
Jesús habla del Evangelio porque son las buenas nuevas de salvación, y en su predicación enseñó que era necesario que el muriera por nuestros pecados, pero que resucitaría, Jesús pagó el precio por nosotros muriendo en la cruz. Ese era su mensaje al predicar el Evangelio del reino.
IV. ¿Por qué Jesús nos manda a predicar el Evangelio?
Marcos 16:15 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”
Porque toda criatura sobre la tierra necesita del Evangelio, de las buenas nuevas de salvación.
¡Este es el evangelio que debemos de predicar a toda persona sobre la faz de la tierra!
Si usted se encuentra en este lugar o está leyendo este mensaje y no ha tenido la oportunidad de recibir a Jesús como su salvador personal, este el momento para recibir el mensaje del Evangelio predicado por el Señor Jesús. Para eso solo tiene que hacer esta pequeña oración de todo corazón:
Señor Jesús, yo te recibo hoy como mi único Salvador personal; creo que eres Dios, que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Me arrepiento, soy pecador. Perdóname Señor. Gracias doy al Padre por enviar al Hijo a morir en mi lugar. Gracias Jesús, por salvar mi alma hoy. En Cristo Jesús mi Salvador. Amén