SALMOS 23:5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
La palabra REBOSAR significa estar lleno hasta el borde, significa estar completamente lleno de algo, es por eso que es importante que respondamos esta pregunta: ¿DE QUÉ ESTÁ REBOSANDO NUESTRO CORAZÓN?
Muchas veces pensamos que por ser cristianos nuestro corazón está lleno de cosas buenas, de cosas que agradan a Dios, que nuestro corazón está lleno de todo lo que viene del Espíritu de Santo, pero LASTIMOSAMENTE ESO NO SIEMPRE ES ASÍ.
¿CÓMO PODEMOS SABER LO QUE VERDADERAMENTE HAY EN NUESTRO INTERIOR? Hay una reflexión muy interesante sobre la taza de café que nos ayuda a entender cómo podemos saber lo que hay en nuestro corazón:
REFLEXIÓN: LA PARÁBOLA DEL CAFE:
Vas caminando con tu taza de café y de repente alguien pasa, te empuja y hace que se te derrame el café por todas partes.
¿Por qué se te derramó el café? ¡Porque alguien me empujó!
¡Respuesta equivocada!
Derramaste el café porque eso tenías en la taza, si hubiera sido té… hubieras derramado té.
LO QUE TENGAS EN LA TAZA ES LO QUE SE VA A DERRAMAR.
Por lo tanto: Si la vida, las circunstancias, el trabajo, la familia, te presionan y te sacuden, recuerda que LO QUE LLEVES EN TU INTERIOR, EN TU CORAZÓN, ESO VAS A DERRAMAR.
Pregúntate ¿QUÉ SE DERRAMÓ DE TU INTERIOR SOBRE LOS DEMÁS LA ÚLTIMA VEZ QUE TE SACUDIERON? ¿Ira, enojo, violencia, reproches, ofensas, amargura, soberbia? o ¿Amor, perdón, bondad, amabilidad, tolerancia, paciencia?
PODEMOS DECIR ENTONCES QUE:
I) DIOS PERMITE QUE SEAMOS SACUDIDOS PARA REVELAR LO QUE HAY EN NUESTRO CORAZÓN
(Lucas 22:31-32) Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.
Dios no necesita que le revelen las cosas, él lo sabe todo, él conoce todo lo que hay en nuestro corazón, pero él permite que seamos zarandeados para REVELARNOS A NOSOTROS MISMOS lo que verdaderamente hay en nuestro corazón, pues muchas veces estamos engañados creyendo que nuestro corazón es agradable a nuestro Dios.
Muchas veces tenemos que ser zarandeados por los golpes de la vida, por medio de los conflictos con nuestros prójimos, por medio de situaciones que NOS MUEVEN EL PISO que sacuden nuestra vida de tal forma que hacen que de nuestro corazón fluya lo que verdaderamente hay en nuestro interior.
En esas situaciones que nos golpean, que nos mueven, que sacuden nuestra vida es cuando el Señor nos revela NUESTRA SOBERBIA, NUESTRA INCREDULIDAD, NUESTRA AMARGURA, NUESTRA FALTA DE COMUNIÓN CON DIOS, NUESTRA LASCIVIA, LUJURIA Y NUESTRA CARNALIDAD.
Y ¿CÓMO SE REVELA TODO ESO QUE FLUYE DE NUESTRO INTERIOR? Por medio de nuestras acciones, por medio de nuestras palabras, por medio de nuestras actitudes, por medio de las decisiones que tomamos en esos momentos en los cuales la vida nos golpea (Lucas 6:45) El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.
¿QUÉ TENEMOS QUE HACER ENTONCES?
II) TENEMOS QUE LIMPIAR NUESTRO CORAZÓN DE TODO LO QUE NO AGRADA A DIOS
(Salmos 51:10) Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. (Mateo 5:8) Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Muchas veces el Señor permitirá que nuestra vida sea sacudida o zarandeada para revelar lo que hay en nuestro corazón, para que reconozcamos todo aquello que no es agradable a nuestro Dios, y que podamos limpiar nuestro corazón. pero ¿CÓMO PODEMOS LIMPIAR NUESTRO CORAZÓN?
Tenemos que saber que hay DOS COSAS QUE TENEMOS QUE HACER PARA LIMPIAR NUESTRO CORAZÓN:
ARREPENTIRNOS Y CONFESAR NUESTRO PECADO AL SEÑOR (1 Juan 1:9) Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
PERDONAR A LOS QUE NOS HAN OFENDIDO (Marcos 11:25-26) Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. 26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas. PODEMOS VER QUE NO PODEMOS TENER UN CORAZÓN LIMPIO POR NUESTRO DIOS SI NO QUEREMOS PERDONAR A LOS QUE NOS HAN OFENDIDO.
CUANDO NUESTRO CORAZÓN ESTÉ LIMPIO ¿DE QUE LO TENEMOS QUE LLENAR?
III) TENEMOS QUE LLENAR NUESTRO CORAZÓN DE SU AMOR
(1 Juan 3:1) Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. (1 Juan 4:10) En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Para ser llenos de su amor tenemos que reconocer el GRAN AMOR DE DIOS POR NOSOTROS, nos amó de tal manera que nos hizo sus hijos, nos amó aunque nosotros no le amábamos, nos amó aun que muchas veces nosotros lo rechazamos, aunque muchas veces nosotros le dimos la espalda.
Podemos ser llenos de su amor cuando reconocemos SU OBRA REDENTORA manifestada en nuestra vida por la salvación que hemos recibido por medio de la fe en el sacrificio de Cristo en la cruz. (Juan 3:16) Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Podemos ser llenos de su amor cuando reconocemos SU GRACIA manifestada a nuestra vida que en lugar de condenación nos ha dado su amor y su perdón. (Romanos 5:8) Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Solamente cuando estamos llenos de su amor podemos AMAR A NUESTROS PRÓJIMOS DE LA MANERA COMO EL SEÑOR QUIERE QUE LOS AMEMOS (Mateo 5:43-45) Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. 44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
IV) TENEMOS QUE LLENAR NUESTRO CORAZÓN DE SU GOZO, PAZ Y ESPERANZA
(Romanos 15:13) Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundemos en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Solamente hay una forma de llenarnos de todo gozo, paz y esperanza: CREYENDO EN LAS PALABRAS Y PROMESAS DE NUESTRO DIOS.
Tenemos que tener claro que no es en EL TENER, es decir, NO ES LO QUE TENEMOS LO QUE NOS PUEDE LLENAR DE VERDADERO GOZO, PAZ Y ESPERANZA, sino que es LO QUE CREEMOS.
Podemos tener nuestro corazón lleno de la paz de Dios cuando POR LA FE ponemos nuestras cargas en las manos de nuestro Dios (Filipenses 4:6-7) Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Podemos tener nuestro corazón lleno de gozo cuando oramos con fe y somos agradecidos por lo que Dios ha hecho y por lo que nuestro Dios hará en nuestra vida (1 Tesalonicenses 5:16-18) Estad siempre gozosos. 17 Orad sin cesar. 18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
LLENEMOS NUESTRO CORAZÓN DE TODO LO QUE AGRADA A DIOS, PARA QUE CUANDO NUESTRA VIDA SEA SACUDIDA DE NUESTRO CORAZÓN FLUYA GOZO, ALABANZA, AGRADECIMIENTO, Y ADORACIÓN EN LUGAR DE AMARGURA, REPROCHES Y MURMURACIÓN.