“¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.” S. Mateo 7:3- RVR1960.
Revisar nuestro modo de hablar acerca de nuestros hermanos y hermanas es un asunto que requiere renovarse de tiempo en tiempo.
Necesitamos poner en perspectiva nuestras capacidades de relacionarnos para poder cultivar una relación más sólida y duradera con nuestro prójimo, y esto va a demandar sinceridad y fidelidad para que mediante esta práctica ir a niveles de excelencia y armonía en materia de relaciones sociales y hermandad cristiana.
Jesús estableció un orden muy lindo a su Iglesia para que ésta fuera guiada con cuerdas de amor y pudiera manejarse en cercanía íntima de respeto y cuidado, “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” S.Juan 13:34-35 RVR1960.
Dejemos a un lado todo lo que esté impidiendo un acercamiento con nuestros semejantes, y vayamos a la obediencia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo; para desatar nudos de estancamientos que luchan contra el progreso de la intimidad Congregacional que debe ser prioridad en el desarrollo ministerial De la Iglesia.
“Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” 1 Pedro 4:11 RVR1960.
Hagamos nuestras las instrucciones de la Palabra De Dios: “Hermanos, no murmuréis los unos de los otros.” Santiago 4:11a RVR1960.
Abracémonos como un solo pueblo y echemos andar las ruedas ministeriales de las relaciones entre creyentes que vamos hacia las mansiones celestiales en el Nombre De Jesús.
Proclamamos una nueva etapa de comunicación en el pueblo De Dios , de manera pues que: “No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.” S. Lucas 6:37 RVR1960.